
El papa León XIV abordó, este domingo, el drama que enfrenta el pueblo haitiano, ante el incremento de la violencia por parte de pandillas, y demandó un mayor apoyo mundial para poner fin a esa compleja situación.
Luego del rezo del Ángelus, realizado en horas del mediodía desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano, ante miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro, León XIV apuntó que en Haití “se registran reiterados informes de asesinatos, violencia de todo tipo, trata de personas, exilios forzados y secuestros”.
Un comunicado divulgado por la oficina de prensa de la Santa Sede destaca que el pontífice consideró en su reflexión de este domingo que “la situación del pueblo haitiano es cada vez más desesperada” e hizo “un ferviente llamamiento a todos los responsables para que liberen inmediatamente a los rehenes”.
El obispo de Roma solicitó además “el apoyo concreto de la comunidad internacional para crear las condiciones sociales e institucionales que permitan a los haitianos vivir en paz”.
Haití convulsionada por la violencia
El pasado 4 de agosto un comando armado atacó el orfanato Sainte-Hélène, al sureste de la capital haitiana, Puerto Príncipe, y secuestró a la misionera irlandesa Gena Heraty, así como a siete miembros del personal y a un niño discapacitado de tres años, apunta un reporte divulgado en el sitio digital del diario Vatican News.
Ese incidente evidenció el agravamiento de la inseguridad en esa nación caribeña, marcada por el colapso institucional y el dominio de bandas armadas que solo entre los meses de abril y junio de este año asesinaron a más de mil 500 personas, a la vez que realizaron cientos de secuestros y agresiones sexuales.
Las bandas que operan de manera creciente desde 2024, extendieron ya su influencia mucho más allá de la capital, mientras que la policía nacional, insuficiente en número y logística, lucha por garantizar el orden y la seguridad, por lo que ese país atraviesa una de las crisis humanitarias más extremas.
En esa nación, con una población de aproximadamente 11 millones de habitantes, se calculan en 1,3 millones los desplazados internos, y las bandas criminales expanden e intensifican cada día sus ataques, lo que dificulta cada vez más la intervención del personal humanitario y agrava la fragilidad del tejido social.
En los últimos días asumió el liderazgo de esa nación caribeña el empresario Laurent Saint-Cyr, nombrado al frente del Consejo Presidencial de Transición, a la vez que André Vladimir Paraison, asumió el cargo de nuevo director general de la Policía Nacional de esa nación, tras lo cual prometió acabar con el pandillerismo.
“Voy a restaurar la seguridad en todo el país, arrestar a los líderes de las pandillas y llevarlos ante la justicia”, enfatizó Paraison.
T/Prensa Latina
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