Columnas

Un balance geopolítico preliminar de 2022 – 1era. Parte

Por Vladimir Adrianza Salas

La confrontación entre un mundo unipolar y uno multicéntrico y pluripolar, ha hecho de 2022 un año emblemático. El año se ha iniciado con un par de conflictos en Eurasia. El primero, un extraño conflicto en Kazajistán, mismo que fue sofocado en apenas una semana en el marco del Tratado de Seguridad Colectiva firmado en los países ex-soviéticos. Otro, en Ucrania, que en principio se ha iniciado el 24 de febrero pero que en la realidad, se inició en 2014, con el golpe de Estado conocido como Euro-Maidán que fue financiado y auspiciado por los Estados Unidos, mismo que aún está pendiente su desenlace.

Neonazismo y atrocidades en contra de la población civil del Dombas junto a la continua expansión de la OTAN1 hacia el este, dio origen a la Operación Militar Especial Rusa, misma que ha derrotado sistemática y pacientemente a las fuerzas de la OTAN (perdón, las fuerzas ucranianas), mientras Volodimir Zelenski, un títere occidental, que se ha negado a negociar la paz, insiste en cumplir la misión que se le asigna desde occidente con el propósito de desgastar a Rusia, pese a que ha perdido más de 120 mil soldados propios y mercenarios en el conflicto2.

La decadencia del pensamiento de los geoestrategas occidentales ha caído tanto, que ahora eligen a personajes como Zelenski y Guaidó, para asegurar la dominación de sus otrora periferias, hecho que en estos momentos, le ha sido cuesta arriba, a juzgar por los ejemplos existentes.

El efecto búmeran

La Unión Europea, sancionando a Rusia, se ha sancionado a sí misma, ralentizando con ello a la locomotora alemana y encareciendo todo lo producido en Europa, continente que presenta una inusitada inflación, que afecta sensiblemente, la calidad de vida de todos sus habitantes.

De acuerdo a la publicación EUROSAT – EUROINDICATORS, la inflación anual que se ha presentado en la Eurozona, se encontraba en 10,7% al cierre de octubre del corriente. Buena parte de esta causada por el alto precio de los combustibles fósiles que actualmente debe pagar a raíz de la confrontación que los dirigentes europeos han planteado contra la Federación Rusa con la excusa del conflicto en Ucrania.

De acuerdo a las declaraciones de Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, la zona ha sido económicamente estable y competitiva gracias a la energía barata que viene desde Rusia y por lo que se ve, la dirigencia de la UE prefiere que su pueblo pase frío en este particular invierno y que pague la energía bien cara, a dar marcha atrás en las medidas autoimpuestas.

Lo sucedido en Europa demuestra que ese continente no dispone de soberanía energética y su seguridad energética es precaria, toda vez que ha permitido que saboteen sus vínculos energéticos con el principal proveedor histórico de energía de ese continente, la Federación de Rusia.

La pandemia aun ronda por el mundo

Pandemia o guerra biológica, ¡no sabemos! a ciencia cierta aun. Una extraña pandemia ha azotado a la humanidad por más de 2 años y aún sigue rondando por el mundo. El liderazgo occidental ha mostrado mezquindad y desdén en sus actuaciones, negando medicamentos y vacunas a diferentes países de la periferia, mientras Rusia, China y Cuba, han ocupado ese espacio humanitario en defensa de la humanidad.

Varios derivados de las cepas originales han aparecido. La humanidad parece evolucionar hacia una ruta de inmunización; sin embargo, no hay nada seguro aun luego de que en laboratorios de los Estados Unidos, en New York, un laboratorio ha experimentado con el nuevo coronavirus para hacerlo mucho más letal, hecho el cual aumenta la posibilidad de que este flagelo, haya sido un arma de laboratorio y que pueda ser usado con más letalidad en un futuro aún incierto.

Confrontación geoeconómica

En lo geoeconómico, se confronta la economía productiva con la economía financiarizada. Los esquemas keynesianos de ahorro en la banca mundial, han dado paso a la flexibilización cuantitativa, que ha llevado las tasas de interés a cero durante muchos años, a fin de estimular los beneficios del capital financiero.

Las capacidades productivas de la primera potencia mundial (EE.UU.), han mermado en las últimas décadas, ante la búsqueda de menores costos de producción en otros países, para beneficiar la acumulación de capital de su alta burguesía. Mientras tanto, un país altamente golpeado por fuerzas occidentales durante el siglo XIX, la República Popular de China, se ha convertido en la primera economía productiva del orbe, evolucionando de ser la “fábrica del mundo” y produciendo una variada gama de mercancías, a encaminarse a ser una potencia productiva global.

Tanto los Estados Unidos como las potencias europeas, hoy todas en declive, han hecho inmensos esfuerzos para detener su crecimiento sin resultado alguno que sea apreciable, no obstante, auguran la ralentización de su economía arguyendo varios factores detrás de los cuales, se encuentra la mano del occidente global.

Cambio climático

El Cambio Climático provocado histórica y principalmente por los países centrales de occidente, está produciendo grandes estragos y afectando la vida de nuestro planeta desde hace varias décadas, lo cual, lleva a la conclusión que habrá de limitar el modelo o estilo consumista occidental lo antes posible, aunque vale decir, el mal ya está hecho.

En la práctica, pese a varios eventos internacionales, nada ha podido detener el excesivo consumo de energía fósil en el mundo desarrollado occidental, responsable por enviar a nuestra atmósfera compartida, inmensas cantidades de CO2, lo cual, desde el segundo cuarto del siglo XX, viene alterando el equilibrio atmosférico del planeta.

Un cambio de paradigma energético en puertas

Un cambio de paradigma energético a nivel planetario, que parte del agotamiento potencial de los hidrocarburos y que parece apuntar a la utilización de las tecnologías asociadas al Litio, parece estar a las puertas del mundo desarrollado.

Si algo podemos concluir del modelo energético aplicado en Europa, es que el agotamiento a mediano plazo de los recursos petroleros del planeta, puede deteriorar sensiblemente los niveles de vida de aquellos países que no disponen del tan importante recurso, potenciando conflictos en diversas regiones del mundo y acentuando la posibilidad de una guerra mundial, una guerra de tercera generación, de gran desarrollo bélico, destinada a la concreción de tales recursos para ser consumidos por los países centrales desarrollados.

Altas tecnología en juego

Para completar, la guerra de los chips amenaza con acelerar la confrontación entre occidente y China, país que no se acoge a los dictámenes de la política exterior estadounidense, al insistir en reivindicar la unificación de su territorio bajo la doctrina, un país dos sistemas, mientras los países occidentales con EE.UU. a la cabeza, consideran que esa unificación afecta a su seguridad nacional.

Las provocaciones de los Estados Unidos a China han sido realmente insolentes. La reciente visita a Taiwán de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., quien, junto a otros parlamentarios estadounidenses y europeos a la isla, ha generado tensiones que se han reflejado en la reciente cumbre del G20, misma que ha concluido sin grandes cosas que reportar.

Contraste entre Asia y Suramérica

El Asia crece económicamente y paulatinamente sigue caminos de integración e intercambio. La Franja y la Ruta, pese a las diversas crisis mundiales que se han presentado en años recientes y en el presente, no parecen afectar los intercambios, ni los acuerdos y conversaciones entre diversos países de ese continente. Muestra de esto son las excelentes relaciones económicas y geopolíticas entre la Federación de Rusia y la República Popular de China, a lo cual se suman, países como la República Islámica de Irán y otros países del continente, que sin mucho alarde, todo indican que avanzan hacia integrarse a esa iniciativa.

Mientras el Asia se perfila como el continente del siglo XXI, Sur América y el Caribe, se debaten aun en una suerte de lucha de clases con diversos matices en diferentes países de la región; las clases dominantes en estos países subordinadas a los dictámenes de Washington, siguen estableciendo su hegemonía local a través de sus representaciones política y algunas de estas, en el poder judicial de no pocos países. Todo esto, a fin de garantizar sus privilegios a costa del bienestar de sus pueblos en los diferentes Estados-nación de la región.

Mientras tanto, cuando nos acercamos a los 200 años de la conocida y publicitada Doctrina Monroe, los países de la región suramericana, aún se encuentran en el dilema entre construir una unión exitosa de países como la planteara nuestro El Libertador “Simón Bolívar” o seguir siendo el hinterland o “patio trasero” – de los Estados Unidos y sus socios europeos3.

Las pretensiones hegemónicas foráneas sobre la América del Sur no cesan

Mientras los EE.UU. se plantea un enfrentamiento con China en la región, los europeos están volviendo a poner sus ojos en la misma, región que destrozaron social, étnica y políticamente, además de saquear durante más de 300 años. Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, ha participado recientemente en la Asamblea Parlamentaria Europea-Latinoamericana (Eurolat), donde ha reivindicado el discurso colonialista europeo, mismo que sigue en la mente toda la dirigencia de ese continente.

La incertidumbre reina por doquier en el mundo contemporáneo4. No es fácil proyectar la evolución de las economías mundiales y regionales pese a algunos anuncios de la CEPAL, organismo que señala a Venezuela como el país de mayor crecimiento regional este año, pese al reciente incremento de la inflación debido principalmente, a la devaluación del bolívar frente al dólar.

Reconocer que la inflación sigue haciendo estragos en nuestras economías y particularmente en la de Venezuela, es parte de lo que hay que comprender, estructuralmente, para poder combatirla. En Venezuela, un factor coyuntural como el lento crecimiento de las exportaciones petroleras venezolanas, ha influido, impactadas claro está por las Medidas Coercitivas Unilaterales (MCUs), mismas que muchas personas pertenecientes a las bases de la oposición y su dirigencia, junto a la representación de los grandes grupos empresariales, aun no se atreven a reconocer.

Según lo declarado hace unas semanas por el Presidente Constitucional Nicolás Maduro Moros, la producción petrolera nacional solo ha generado unos tres mil quinientos (3.500) millones de dólares este año, lo que incidirá sin dudas en el ajuste de los salarios en 2023. La Chevron-Texaco ha recibido autorización para operar en Venezuela; sin embargo, aún no se sabe cómo se concretará el pago de estas posibles exportaciones, toda vez que las mal llamadas sanciones siguen en pie. No obstante, el principal problema sigue en pie, la dependencia estructural de la nación bolivariana.

Países como Cuba, Nicaragua y Venezuela, siguen bajo el peso de MCUs (mal llamadas «sanciones»), que dificultan su crecimiento económico y hasta sus posibilidades de cooperación económica con otros países.

La reindustrialización de los Estados Unidos

En este año, los Estados Unidos ha empezado a asimilar la economía europea. Mediante la aplicación de la Ley de Reducción de la Inflación está propiciando el traslado un alto número de industrias europeas a su territorio, especialmente, desde Alemania y Francia, motivadas sus directivas empresariales por la energía segura y un poco más barata en ese territorio, junto a las ventajas de una divisa – el dólar estadounidense – que aun domina el intercambio económico mundial y las reservas de los países del orbe.

Europa, sin materias primas estratégicas, está trasladando importantes sectores de sus industrias a los EE.UU. Sin soberanía política ni energética y con un pueblo adormecido por la mediática, a lo que se suma, una tendencia fascista en sus clases dominantes, no luce con el futuro que podía lucir en tiempos del Mercantilismo.

Continuará…

Por: Vladimir Adrianza Salas

Doctor en Seguridad Defensa y Desarrollo Integral

(1) Organización ofensiva que debería ser rebautizada: Organización Terrorista del Atlántico Norte.

(2) Confirmado por Ursula von der Layen en una alocución que luego fue recortada en sus redes sociales.

(3) La presencia de Josep Borrell, jefe diplomático de la UE, lo confirma. Ahora, la Europa que no mostró signos de colaboración hacia Latinoamérica durante la pandemia, pretende congraciarse con el MERCOSUR, para garantizar sus mercados y materias primas. Borrell: Europa es un jardín y lo demás, una jungla.

(4) Ahora que la confrontación entre los defensores del mundo unipolar basado en reglas y los que países que defienden el mundo multipolar, basado en los principios de la Carta de la ONU, se hacen presentes.

 

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