
Cyril Ramaphosa fue investido este miércoles como presidente de Sudáfrica para un nuevo mandato de cinco años en una ceremonia solemne, después de que la Asamblea Nacional (Cámara baja del Parlamento) el pasado viernes lo reeligiera por 283 votos.
Durante sus palabras, el dirigente de 71 años prometió “solemne y sinceramente” promover “siempre todo lo que haga avanzar a la República” y oponerse “a todo lo que pueda dañarla”, así como proteger y promover “los derechos de todos los sudafricanos”.
La solemne ceremonia, que se celebró en los Union Buildings, la sede del Ejecutivo sudafricano en Pretoria, dio inicio a un segundo y último mandato de cinco años para Ramaphosa, que todavía no ha desvelado la composición de la coalición gubernamental.
Está previsto que Ramaphosa nombre un nuevo gobierno de coalición con otros cinco partidos, incluido el mayor rival de su partido, la proempresarial Alianza Democrática (AD), luego de que su tolda, el Congreso Nacional Africano perdiera la mayoría parlamentaria en las elecciones del mes pasado.
«La formación de un Gobierno de unidad nacional es un momento de profunda importancia. Es el comienzo de una nueva era», dijo el presidente durante su discurso tras jurar el cargo ante el jefe del Poder Judicial sudafricano, el magistrado Raymond Zondo.
«Es un momento en el que debemos elegir entre avanzar juntos o arriesgarnos a perder todo lo que hemos construido», añadió Ramaphosa.
«Los partidos han adoptado una declaración de intenciones, en la que se han comprometido a buscar un crecimiento económico rápido, inclusivo y sostenible”, afirmó Ramaphosa este miércoles en su discurso de investidura.
Otros objetivos incluidos en esa declaración son defender los derechos de los trabajadores, acabar con la alta criminalidad, reducir la pobreza y llevar a cabo una política exterior basada en la defensa de los derechos humanos, detalló el mandatario, si bien no aclaró cómo reconciliarán sus desacuerdos ideológicos para alcanzar esas metas.
El jefe de Estado señaló también que el CNA invitará a otras formaciones políticas, a la sociedad civil, a los trabajadores, a las empresas y a diversos actores a un “diálogo nacional sobre los desafíos críticos a los que se enfrenta la nación”.
“Buscaremos, como hemos hecho en tantos otros momentos importantes de nuestra historia, forjar un pacto social para hacer realidad las aspiraciones de nuestro Plan Nacional de Desarrollo”, afirmó Ramaphosa, ya convertido en quinto presidente de la historia democrática de su país, el más industrializado de África.
“Debemos ser valientes y debemos ser audaces. Esta es una nueva corriente que augura progreso, transformación y un cambio profundo y fundamental”, concluyó.
Al acto asistieron casi 20 jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos el presidente de Nigeria, Bola Tinubu; el de Zimbabue, Emerson Mnangagwa, y el ex primer ministro de Kenia, Raila Odinga, y representantes de China, Egipto, Cuba, Zimbabwe, Angola y el Estado de Palestina, entro otros.
La ceremonia contó con oraciones a cargo de líderes religiosos cristianos, hindúes, musulmanes, judíos y africanos tradicionales, reflejo de la diversidad de la sociedad sudafricana. Helicópteros militares pasaron bajo un sol abrasador con banderas sudafricanas, entre los vítores del público.
T: Telesur/Agencias/LRDS