El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó este lunes a la capital sudafricana que acogerá la cumbre del grupo BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) del 22 al 24 de este mes.
«El presidente Luiz Inácio Lula da Silva aterriza en el aeropuerto internacional O. R. Tambo en Sudáfrica, acompañado de su esposa, la señora Rosangela da Silva, para tomar parte en la décimo quinta cumbre del BRICS», indicó la oficina presidencial del país anfitrión.
«Participé en la creación de este importante bloque y regreso a su 15ª reunión entusiasmado con el potencial de Brasil en su retorno al escenario internacional», escribió Lula en la red social Twitter.
Añadió que resulta «fundamental la cooperación entre los países del Sur Global en el enfrentamiento de las desigualdades, de la crisis climática y por un mundo más equilibrado y justo».
En el evento participarán también de manera presencial los líderes de China, Xi Jinping; la India, Narendra Modi; y Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, mientras que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, lo hará vía videoconferencia.
La Cumbre, la primera de forma presencial tras la pandemia del Covid-19, debatirá entre otros aspectos la posible adhesión de otros países al bloque, en tal sentido más de 20 naciones han expresado de manera pública su deseo de unirse como Argentina, Venezuela, Bolivia, Egipto, Argelia, Arabia Saudí, Irán y Turquía.
En vísperas de la cumbre de Johannesburgo, la Cancillería de China señaló que este país empujará el grupo BRICS a expandirse para hacer competencia a gran escala al G7.
«China siempre ha estado convencida de que el BRICS es un mecanismo abierto e inclusivo, Pekín apoya el proceso de expansión y da la bienvenida a la pronta entrada de más socios afines en la ‘gran familia’ del BRICS», dijo el ministerio.
Por su parte, el presidente Ramaphosa enfatizó que «los miembros de los BRICS pueden configurar colectivamente la dinámica mundial y, si están unidos, propiciar cambios significativos en la economía global y en las relaciones internacionales».
También subrayó que «el valor» de los Estados del bloque, que representa cerca del 31,5% del Producto Interno Bruto (PIB) global y alberga a más del 40% de la población mundial, va más allá de su extensión y que, como asociación, desempeña un papel importante en el mundo a través de su fuerza económica, su potencial de mercado, su influencia política y su cooperación al desarrollo.
