El cohete chino tripulado de nueva generación, que actualmente se encuentra en desarrollo, alrededor de 2030 poseerá la capacidad de enviar taikonautas a la Luna, destacó la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC, por sus siglas en inglés).
Un portavoz de CASC emitió dichas declaraciones a los medios después de que el cohete portador Larga Marcha 2D enviara sin problemas en la madrugada del sábado el grupo de satélites de teledetección Yaogan-35 04. El suceso permitió que la serie de cohetes Larga Marcha rompiera su propio récord con 103 misiones de lanzamiento espacial exitosas consecutivas.
De acuerdo al portavoz de CASC, el vehículo de lanzamiento de carga súper pesada del país (también en desarrollo) recibirá un mayor fortalecimiento para ser capaz de enviar cargas útiles de 50 toneladas a la órbita de transferencia Tierra-Luna.
CASC también está trabajando en una serie de sistemas reutilizables de lanzamiento y transporte espacial, que aumentarán en gran medida la capacidad del transbordador espacial chino, reduciendo los costos y potenciando el desarrollo futuro en ese sector.
Mientras tanto, Estados Unidos está ocupado preparándose para el lanzamiento del cohete masivo del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), que tendrá lugar en la mañana del 29 de agosto [hora local de Estados Unidos] desde el Centro Espacial Kennedy de los Estados Unidos para la misión Artemis I, la primera prueba de los sistemas de exploración del espacio profundo de la NASA.
El Artemis I, según la NASA, será la primera de una serie de misiones para demostrar la capacidad de la NASA de extender la existencia humana a la Luna, y más allá.
El primer vuelo tripulado de la serie estadounidense, el Artemis III, se verificará en la superficie lunar no antes del año 2026, más de medio siglo después que la NASA envió con éxito humanos en la misión Apolo, en 17 de diciembre del 1972.
El sitio web estadounidense Space.com señaló este viernes en un artículo que la misión del 2026 sigue siendo «altamente incierta» debido al tiempo que debe transcurrir, aunque la NASA mantiene alguna planificación para los años finales de la década del 2020.
El cronograma para estas misiones depende en gran medida de la cantidad de fondos que la agencia reciba del Congreso de Estados Unidos, vinculado al progreso técnico del programa Artemis.
Incluso si la NASA pudiera llevar a cabo el ambicioso plan, tendría un retraso de dos años con respecto a su plan original de enviar humanos a la Luna para el 2024.
Haciendo una comparación entre los planes de aterrizaje tripulado lunar de China y Estados Unidos, los expertos espaciales chinos señalaron que, debido a la naturaleza compleja de la exploración del espacio profundo, la práctica de Estados Unidos de establecer plazos por años específicos es muy rara en la industria. Por su parte, China se concentra más en la preparación tecnológica en un marco de tiempo bastante amplio, avanzando de manera constante y segura.
China pasará a la vanguardia
“El alunizaje tripulado de China está más en línea con los principios científicos, aunque la NASA podría volverse más hostil contra el programa espacial chino debido a la enorme presión que enfrenta para mantener su liderazgo global en la exploración lunar”, reconoció Wang Ya’nan, editor jefe de la revista Aerospace Knowledge.
El jefe de la NASA, Bill Nelson, advirtió en el mes de julio sobre una nueva «carrera espacial», bajo acusaciones infundadas de que China quiere «ocupar la luna», citando la base de investigación lunar que China y Rusia construyen juntas. Es por ello que está «muy preocupado».
Es muy probable que para cumplir con los objetivos de la misión Artemis, dado su ajustado cronograma, después del 2024 la NASA abrirá aún más el acceso de gestión de la Estación Espacial Internacional (ISS) a los actores espaciales comerciales como SpaceX, ya que Rusia ha advertido de su intención de retirarse de la ISS para ese año, y cambiar el enfoque y los recursos a sus planes lunares”, señaló Wang.
Los observadores espaciales también señalaron que mientras la NASA se esfuerza por revivir las glorias del programa Apolo, China trabaja en planes innovadores para llevar a cabo sus propias misiones tripuladas de alunizaje.
Incluso sin el cohete tripulado de nueva generación y el vehículo de lanzamiento de carga súper pesada, el destacado científico chino de cohetes Long Lehao precisó en agosto del 2021 que China podría usar dos lanzamientos para enviar dos taikonautas a la Luna alrededor del año 2030.
Long, miembro de la Academia de Ingeniería de China y diseñador jefe de los cohetes Larga Marcha, ha asegurado que China planea usar nuevas variantes del vehículo de lanzamiento Larga Marcha-5, el miembro más fuerte de la familia esa serie de cohetes, para llevar a cabo las misiones de lanzamiento espacial tripulado.
Long se refirió a la nueva variante como Larga Marcha-5 DY. La sigla DY significa «dengyue» (aterrizaje lunar) en idioma chino.
Dos cohetes que transportan un módulo de aterrizaje lunar y una nave espacial tripulada de próxima generación serán lanzados para la misión. Antes de ejecutar el proceso de aterrizaje, las dos partes de la nave espacial se reunirán y se acoplarán en órbita casi lunar. Y aunque se espera que los dos taikonautas trabajen en la superficie de la Luna durante unas seis horas, no se ha revelado un sitio de aterrizaje específico.
Antes de regresar a la Tierra, la nueva nave espacial tripulada despegará de la Luna y llevará a cabo otro acoplamiento con el módulo en órbita.
T/ Xinhua