Un importante grupo de paramilitares colombianos extraditados a EEUU ya están en libertad o en vía de ello
El 13 de mayo de 2008, en medio de una sorpresiva decisión del entonces presidente colombiano Álvaro Uribe, 14 exjefes paramilitares fueron trasladados de diferentes cárceles del país hacia el aeropuerto de Catam con rumbo a los Estados Unidos.
La medida fue interpretada por defensores de derechos humanos como una maniobra para que los cabecillas de las bandas armadas de ultraderecha no ofrecieran en Colombia, testimonios acerca de los crímenes cometidos y las vinculaciones del poder económico y político con las masacres.
Luego de 12 años, algunos están en libertad o ad portas de quedar libres. Este es un tema que ha vuelto a sonar por la próxima liberación del excomandante del bloque Catatumbo de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Salvatore Mancuso. Dentro de poco, Mancuso y Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, se incluirán en la lista de paramilitares en libertad luego de haber cumplido sus sentencias en Estados Unidos.
Los 14 extraditados salieron de Colombia en 2008 dejando pendiente los crímenes que la justicia nacional les endilgaba. Luego de pagar sus sentencias por delitos asociados al narcotráfico en Estados Unidos, el deseo de las víctimas es que regresen para que sus testimonios contribuyan con la verdad y reparación. No obstante, esa circunstancia se ha convertido en la excepción a la regla. Con solicitudes de asilo y permisos indefinidos de trabajo, algunos exparamilitares han podido evadir a la justicia colombiana y hoy gozan de su libertad en el exterior.
T/ LRDS/ El Espectador