Columnas

Las sanciones unilaterales de los EEUU sobre Venezuela, aún están vigentes

«El que vive de ilusiones muere de desengaños». Así reza un conocido dicho popular, muy usado por nuestro pueblo.

De varios pensadores relacionados con el tema de la guerra, podemos entender que «la política es la guerra por otros medios» (Michel Foucault) y que en esta hay que considerar que «el arte de la guerra es el arte del engaño y del ardid» (Sun Tzu). De allí que, aplicando estos principios, podemos entender en buena parte, el doble rasero de la política de los EEUU hacia el planeta en su conjunto.

Para nadie es o debería ser un secreto que, Venezuela ha sido y es aun, objeto de una Guerra Híbrida, por parte de los Estados Unidos y otros factores occidentales asociados a su política exterior y particularmente, a su política petrolera.

Las sanciones unilaterales o acciones coercitivas, que fueron impuestas mediante «Ordenes Ejecutivas» de las administraciones Obama-Bidem y Trump-Pence de esa nación, siguen aun vigentes y fueron ratificadas recientemente por la Administración Biden-Harris en el pasado mes de marzo de 2022.


En horas recientes, la continuidad de esas acciones coercitivas ha sido corroborada por la Secretaria de Prensa de la Administración Biden-Harris de EEUU, Jen Psaki, en recientes declaraciones.


Se ha llegado a decir respaldado por algunas apreciaciones derivadas de las visita de funcionarios de la Administración Biden-Harris a Caracas-Venezuela en el marzo del corriente, que a nuestro país le serían levantada en breve las sanciones que pesan sobre este país, pero la realidad abofetea nuestras mejillas para indicarnos que estamos muy lejos de que ello suceda en toda su extensión.


El hecho de la venida de los funcionarios estadounidenses a conversar con nuestro Presidente Nicolás Maduro Moros, constituye un claro reconocimiento a su investidura como Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, eso nadie puede negarlo. Pero de allí a decir que los EEUU va a levantar en corto plazo, las sanciones unilaterales impuestas sobre nuestro país, carece de todo soporte en los hechos.


Mas allá del reconocimiento tácito recibido, no se ha sabido en detalle nada de lo tratado en la visita realizada, pues aun no sabemos a ciencia cierta, que se trató en la misma. No ha habido ninguna declaración formal hecha por ninguna de las partes para dilucidar que fue lo tratado en ese encuentro, así que, cualquier afirmación basada en dicha visita, carece de sustentación en los hechos.


Es de entender que, uno de los temas tratados, muy posiblemente fue el tema petrolero, dado el hecho de la confrontación de occidente con la Federación Rusa, que se ha desarrollado desde finales de febrero del corriente, hasta estos momentos.


Para los Estados Unidos, su seguridad nacional está altamente vinculada a su seguridad energética, lo cual indica la alta probabilidad de que el tema haya sido tratado en la reciente visita de estos funcionarios a Venezuela, pero de allí a que algunos afirmen que las sanciones unilaterales vayan a ser levantadas, hay un trecho muy largo por recorrer aun.


Lo que si es muy posible, es que de confirmarse el reinicio de las operaciones de empresas como la Chevron-Texaco en nuestro país, algunas sanciones unilaterales de EEUU pudieran ser en la práctica, digamos que suavizadas o tal vez, puedan ser suspendidas por un tiempo, para permitir las operaciones de esa transnacional en Venezuela.


Dichas operaciones estarían orientadas, principalmente, en dos sentidos; primero, a cobrarse con petróleo las deudas que según esa transnacional, la República y PDVSA, tienes con esta. En segundo lugar, para exportar volúmenes de crudo desde Venezuela, destinados a compensar los crudos que actualmente importa los EEUU desde la Federación de Rusia y tal vez, a suplir aquellas exportaciones de EEUU, destinadas a suplir el mercado europeo.


Estos volúmenes estarían en el orden de los 800 mil barriles diarios, extracción que para lograrla, requiere de inversiones, trabajo, tecnología y tiempo, para ser puesta en marcha y así lograr dicho objetivo en un plazo que, categóricamente afirmo, no es inmediato.


No obstante, lo planteado constituye un primer paso para el establecimiento de relaciones de intercambio petrolero con los EEUU, adormecidas por esa nación desde que varias administraciones de la misma, iniciaron sus agresiones continuadas sobre Venezuela (hace ya 23 años) y particularmente, en los últimos 8 años, periodo en nuestra nación ha sido objeto de una Guerra Híbrida.


En cuanto al levantamiento de la producción de PDVSA en forma directa, recordemos que Venezuela posee una importante dependencia tecnológica en dicha industria. La tecnología que usa Venezuela en la industria petrolera proviene en su mayoría del exterior, concretamente, de los Estados Unidos, justamente, el mismo país que ha librado siete (7) Ordenes Ejecutivas durante las Administraciones Obama-Biden y Trump-Pence, las cuales han sido ratificadas por la actual administración, Biden-Harris.


Dichas ordenes ejecutivas, bloquean no solo la libre comercialización de nuestro crudo, sino que afectan la adquisición de insumos tecnológicos destinados a mantener en funcionamiento nuestra industria, a la par de bloquear el acceso a las finanzas provenientes de la economía del dólar estadounidense.


No debemos olvidar que durante la administración Obama-Biden en 2015, fue librada la primera «Órden Ejecutiva» contra de Venezuela, aquella que calificaba a nuestro país como «una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos»; decreto que dio base legal en los EEUU y sus satélites, al resto de sanciones unilaterales aplicadas sobre nuestro país desde ese momento y que de su derogatoria, nada se ha mencionado por parte de la actual administración de los EEUU.

Vale decir que la política petrolera de los EEUU desde 2009, ha estado orientada a disminuir la dependencia del petróleo importado por esa nación y debemos decir, sin lugar a dudas, que para ellos, dicha política ha sido exitosa. La producción de petróleo de esa nación se sitúa en alrededor de 11,6 millones de barriles diarios según la EIA.


Esa política energética, ha convertido a los EEUU en el principal productor de crudo del planeta, a la par de países como la Federación Rusa y de Arabia Saudí. Esto ha roto las condiciones que prevalecían en su realidad energética, en tiempos previos a la administración Obama-Biden.


Pese al bloqueo basado en las acciones coercitivas unilaterales, las cifras de la OPEP en su Reporte Mensual (Montly Report) fechado en marzo del corriente, indican que la producción de crudo en Venezuela tocó fondo en 2020 situándose para la fecha en alrededor de 320 mil barriles diarios y se ha venido recuperando para situarse en los 788 mil barriles diarios para el mes de febrero del corriente. Según fuentes OPEP en meses previos, la extracción de crudo en Venezuela se encuentra en las cifras descritas en la siguiente tabla:


2021 – Diciembre – 871 mil b/d.

2022 – Enero – 755 mil b/d.

2022 – Febrero – 788 b/d.


Vale señalar que se ha alcanzado este nivel de producción gracias a la valiosa ayuda proporcionada por la República Islámica de Irán, tanto en materia tecnológica como en el suministro de «crudo condensado», destinado a la mezcla con los crudos pesados extraídos de la Faja Petrolífera del Orinoco.


Volviendo al tema inicial, en las últimos días, una voz autorizada de EEUU, ha disipado la duda respecto al levantamiento de sanciones hacia Venezuela.


«La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha afirmado este viernes [08/Abril/2022] que EE.UU. no planea relajar las sanciones implementadas contra Caracas para reemplazar el petróleo ruso con crudo venezolano». Esto ha sido expuesto tras ser consultada la funcionaria, durante una rueda de prensa en la indicada fecha, acerca de «algunos reportes» que apuntan a que Washington estaría analizando tal opción.


La funcionaria Psaki, ha indicado que y citamos, «no soy consciente de que esté bajo consideración»; limitándose a dar respuesta el periodista, mismo que insistió en precisar, si existe [o existía] la posibilidad de que la Casa Blanca cambie su decisión en el futuro. Sin embargo, la vocera volvió a responder en el mismo tenor de la afirmación inicial.


Aunque vale recalcar, que los EEUU se ha caracterizado por su doble rasero, su doble estándar, en cuanto a su política exterior y en reiteradas oportunidades, pese a que declaren acciones en un sentido, en la práctica (en forma oculta o abierta) actúan de otra manera. Ejemplos hay de sobra. Por eso, es necesario actuar con cautela en cuanto a las expectativas generadas por la visita de los funcionarios estadounidenses a Venezuela el pasado mes de marzo del corriente.


Lo que si es cierto es que el aumento de la producción petrolera en Venezuela, ha sido un factor significativo, en la estabilización de la paridad cambiaria del bolívar respecto al dólar estadounidense y que dicha expectativa, está ayudando a la estabilización económica, monetaria y posiblemente, financiera, en nuestro país.

No obstante, ¡el bloqueo continúa!, esto es un hecho; tal vez con menos acento y considerando otros factores como el permiso a la actuación de algunos sectores de la burguesía nacional en el abastecimiento interno.

Las declaraciones de Jen Psaki en reciente fecha, indican que las sanciones unilaterales o acciones coercitivas, no serán levantadas plenamente en el corto plazo y que aun tenemos un largo camino por recorrer.


T/ Vladimir Adrianza Salas.

 

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