
Así lo dio a conocer el alto diplomático en su cuenta de Telegram, donde hizo saber de su arribo a la capital neogranadina.
Gil destacó que su gobierno “expresa completo respaldo a esta reunión”, con la esperanza de alcanzar una respuesta unificada y efectiva que detenga las atrocidades que Israel sigue cometiendo contra el pueblo palestino, mientras las instituciones internacionales permanecen en una preocupante indiferencia.
La República Bolivariana reiteró su firme apoyo a la liberación de Palestina, “un territorio ocupado desde 1948 y cuyo pueblo ha sido sometido a un genocidio perpetuo desde entonces”, indicó.
Remarcó que esta lucha es esencial para el futuro de la humanidad, además de agradecer la hospitalidad a Rosa Yolanda Villavicencio, canciller del hermano país.
Esta Reunión Ministerial de Emergencia fue promovida por Petro junto a Sudáfrica en marco del Grupo de La Haya, para tratar, de manera coordinada y urgente, las atrocidades que se siguen cometiendo contra el pueblo palestino, indicó una carta de Maduro que circula en Caracas.
En la misiva, enviada a sus homólogos Petro y Cyril Ramaphosa, de Sudáfrica, el gobernante sudamericano afirmó que la cita representa “una respuesta moral y política imprescindible, en un momento en que la humanidad entera es interpelada por el horror y la impunidad”.
El dignatario calificó el genocidio israelí contra el pueblo palestino como “el mayor crimen de la historia contemporánea” y afirmó no se trata de una reciente tragedia, sino que se remonta a 1948 con el inicio de la ocupación sionista, la expulsión forzosa de su tierra y la instauración de un régimen colonial y criminal.
Denunció que desde octubre de 2023 hemos sido testigos de una fase de exterminio, particularmente cruel, con cerca de 60 mil mártires (muertos), 138 mil 520 heridos y miles de desaparecidos bajo los escombros.
Maduro resaltó que esta cumbre “debería estructurar una propuesta de paz justa, efectiva, duradera, nacida desde los pueblos y no desde las elites que lucran con la guerra”.
A continuación, el texto íntegro:
Caracas, 14 de julio de 2025
Excelentísimos señores
Gustavo Petro
Presidente de la República de Colombia Bogotá.
Cyril Ramaphosa
Presidente de la República de Sudáfrica Pretoria.
A los pueblos del mundo
A los movimientos en defensa de los derechos humanos A la conciencia rebelde de la humanidad
Al heroico Pueblo palestino
A las naciones de Asia Occidental
Desde la República Bolivariana de Venezuela saludamos con esperanza y respeto la convocatoria de esta Reunión Ministerial Especial de Emergencia promovida por la República de Colombia junto a Ja República de Sudáfrica, en el marco del Grupo de La Haya, con el fin de abordar de manera coordinada y urgente las atrocidades que se siguen cometiendo contra el Pueblo palestino. Esta cita representa una respuesta moral y política imprescindible en un momento en que la humanidad entera es interpelada por el horror y la impunidad.
En nombre del Pueblo venezolano, del Gobierno Bolivariano y en el mío propio, elevamos nuestra voz con firmeza, conmovida por el sufrimiento del Pueblo palestino y profundamente indignada ante la pasividad del mundo frente al mayor crimen de la historia contemporánea: el genocidio en curso contra Palestina.
No se trata de una tragedia reciente. Aunque desde octubre de 2023 hemos sido testigos de una fase de exterminio particularmente cruel, que ha dejado cerca de 60.000 mártires, 138.520 heridos y miles de desaparecidos bajo los escombros, este genocidio no comenzó hace 21 meses; se remonta a 1948 con el inicio de la ocupación sionista, con Ja expulsión forzosa del Pueblo palestino de su tierra y con la instauración de un régimen colonial y criminal que ha utilizado el despojo, la represión, el bloqueo y el terror como políticas de Estado.
Lo que hoy vemos en Gaza, en Rafah, en Nablus, y en toda Palestina no es un conflicto entre iguales. Es un plan sistemático de destrucción de un pueblo, de erradicación de su identidad, de borrado de su memoria. Es un crimen contra la humanidad, sostenido por el flujo constante de armas, dinero, tecnologías de vigilancia y protección diplomática que provienen de las potencias occidentales, quienes insisten en crear un enclave militar en el Asia Occidental. El régimen de Netanyahu, bajo el control de una élite sionista que ha hecho de la guerra y del racismo una doctrina de Estado, se ha convertido en la mayor amenaza contra la humanidad.
Cada bomba que cae sobre un hospital palestino, sobre una escuela, sobre una vivienda, no solo asesina vidas inocentes, también destruye los cimientos de la paz mundial, hiere la legalidad internacional y atenta contra el futuro mismo del sistema de Naciones Unidas. No hay legitimidad ni orden que pueda resistir esta barbarie impune.
Lamentablemente, las instituciones creadas para proteger a la humanidad han claudicado. La Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional se han comportado con una lentitud vergonzosa, cuando no con abierta complacencia. Estas instancias, que deberían hacer cumplir el derecho internacional y proteger a los pueblos agredidos, han sido colonizadas por los intereses de Occidente. Se han transformado en instrumentos depresión contra los débiles, pero jamás contra los poderosos. La justicia internacional, hoy por hoy, está secuestrada.
Desde Venezuela, denunciamos esa colonización institucional, esa hipocresía estructural, ese uso desigual y selectivo del derecho. La arquitectura jurídica internacional no puede seguir siendo utilizada como una herramienta de castigo contra los países soberanos del Sur Global, mientras se otorgan privilegios de impunidad a quienes cometen crímenes de lesa humanidad a gran escala.
Asimismo, reafirmamos que Palestina tiene derecho a existir, a resistir, a vivir en libertad, con un Estado plenamente soberano y con Jerusalén Oriental como su capital, conforme a las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. No hay solución justa sin el fin inmediato de la ocupación, sin la anulación del régimen de apartheid, sin la reparación integral del daño infligido durante décadas.
En este sentido, he propuesto convocar a una Gran Cumbre Mundial por la Paz y en Contra de la Guerra, con el propósito de construir una salida colectiva y firme que detenga la masacre, desarme nuclearmente al régimen israelí y lo obligue a someterse al sistema legal internacional.
Esta cumbre debería estructurar una propuesta de paz justa, efectiva, duradera, nacida desde los pueblos y no desde las élites que lucran con la guerra.
Queremos también expresar nuestro respeto y respaldo a la valiente labor de la Relatora Especial de Naciones Unidas, Francesca Albanese, sobre la situación de derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados. Su reciente informe constituye un acto de dignidad y verdad, por el cual ha sido atacada y amenazada. Venezuela le expresa su solidaridad activa, así como un digno reconocimiento a su coraje y el llamado a que no cese en su misión, a pesar de las sanciones y de la estigmatización de la que es objeto. Su voz es necesaria. Su verdad incómoda a los poderosos, pero salvará a los oprimidos.
Desde Caracas, decimos con plena convicción: la Causa Palestina no es un asunto regional ni religioso. Es la línea que separa la justicia de la barbarie. Es la batalla moral de nuestro tiempo. Defender a Palestina es defender a la humanidad misma. Callar frente a Palestina es traicionar el espíritu de todos los pueblos que han luchado por su independencia y dignidad.
Con la fuerza de El Libertador Simón Bolívar y con la claridad ética y política del Comandante Hugo Chávez, por Ja paz, por la justicia y por el futuro de la humanidad, les reitero nuestro inquebrantable determinación de afianzar la lucha hasta encontrar el camino hacia la paz duradera en Palestina.
Palestina no está sola. Venezuela está y estará siempre a su lado. Palestina vivirá. Palestina vencerá.
Reciban, estimados Presidentes, el testimonio de mi alta consideración.
Nicolás Maduro Moros.
Carta cortesía de últimas Noticias