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De 2002 a 2022, a 20 años del golpe fascista de Abril 2002, en contra de Hugo Chávez

Para poder entender cabalmente lo sucedido el 11 de abril de 2002 en Venezuela, debemos remontarnos mucho mas atrás y entender la motivación real de las clases dominantes, locales y foráneas, para poder entender sus actuaciones en los sucesos acaecidos en esa fecha.

Mucho se ha dicho ya de los detalles de lo sucedido el 11Abr2002, de como ocurrió el primer golpe de Estado «mediático» de la historia universal, de como la alta gerencia de PDVSA desarrolló un movimiento interno para hacer que la Industria Petrolera Nacional, no respondiera a las acciones emprendidas por el gobierno dirigido por el Presidente, Comandante «Hugo Chávez» y muchas otras cosas mas. Pero, aun no se ha escrito lo suficiente sobre las motivaciones de clase de dicho suceso.

El golpe de Estado no empezó el 11Abr2002, ni siquiera una semana antes de esta fecha con factores de la derecha concentrados en Chuao; el golpe empezó a fraguarse desde al menos 2001, cuando la burguesía nacional, agrupada en FEDECAMARAS, CONSECOMERCIO y VENAMCHAM, dirigida desde los EE.UU., decidieron desconocer la Constitución Bolivariana de 1999 y el conjunto de «Leyes Habilitantes» aprobadas el año 2000, como medio para volver a imponer sus intereses sobre Venezuela.

En ese entonces, hicieron escenas como romper públicamente la Ley de Tierras, la campaña de odio irracional en contra del Presidente Hugo Chávez y todo lo que significara «chavismo», satanizaron a los «círculos bolivarianos», llamaron a la rebeldía a los venezolanos especialmente a la clase media, en contra del gobierno nacional, proyectando toda su carga de odio a través de los medios de comunicación privados, los cuales, controlaban.

Venezuela fue el laboratorio país, para aplicar un estilo de golpe de Estado, perfeccionado desde tiempos de Mohammad Mosaddeq en Irán y que fue ejecutado exitosamente tanto en ese país en 1953 y luego, en contra de Salvador Allende, el presidente mártir, en Chile en 1973.

La burguesía nacional, durante décadas, había usufructuado el poder en Venezuela a través de los llamados «partidos del status», AD y COPEI principalmente, agrupaciones que crearon los mecanismos para que la burguesía nacional e internacional, pudiera hacerse del control de la renta petrolera. Este control se ejercía, a través de diversos mecanismos monetarios y financieros, de los cuales, escribiremos en detalle en otra oportunidad.

Por otra parte, sus homólogos en los EE.UU., los verdaderos dueños del circo, aquellos que habían implantado y controlado la Industria Petrolera durante décadas, apoyaron guiados por sus organismos de inteligencia, las acciones que se desarrollaron a nivel nacional, para producir la derogatoria de la Constitución Bolivariana de 1999 (CRBV) y el derrocamiento de Hugo Chávez.

La información en medios internacionales y locales, fue orientada a crear un rechazo al gobierno legítimamente electo, tildando a Hugo Chávez de dictador, pese a que había sido electo, libérrimamente, apenas un par de años antes, con alrededor de un 60% de la población votante, a la par de que la CRBV de 1999, había sido la única Carta Magna votada y aprobada en elecciones por el pueblo de Venezuela, con casi un 80% de los votos emitidos.

A la llamada «clase media» capitalina, cuyo modelo de vida estaba orientado a imitar el estilo de vida de la gran burguesía nacional y extranjera, modelo difundido por los medios de comunicación, se le inculcó la idea que sus propiedades peligraban en el régimen electo. Estos sectores, alienados por el mensaje mediático, desconocedores en esencia de la historia nacional, fueron pasto fácil de los mensajes difundidos.

La pequeña burguesía y la «clase media», olvidó entre otras cosas, las altas tasas de interés y las «cuotas balón», con las que cancelaban los préstamos para la adquisición de viviendas de propiedad horizontal, único beneficio socio-económico que dichos sectores, habían conquistado en años con mucho sacrificio.

Estos sectores, con ingresos altos (en comparación con los ingresos de los sectores populares), fueron incapaces de ver que su libertad se la conculcaban mediante todos los mecanismos económicos y financieros mediante los cuales, les extraían sus salarios a favor de los dueños del capital financiero nacional.

La rebelión impulsada fue evidentemente fascista, es decir, desconocía los intereses de los sectores sociales mayoritarios, defendía el privilegio de la clase alta sobre las clases populares, se oponía a cualquier idea de justicia social, racista en esencia, individualista, personalista, corporativista, poniendo por delante el interés de las empresas y sus propietarios, por encima del interés nacional y sobre todo, violenta, dispuesta a acabar con el orden constitucional, con el apoyo de efectivos de algunos cuerpos de seguridad del Estado.

La violencia fue infundida desde los medios de comunicación. Los canales privados de TV se alinearon en el mensaje mediático, dirigido principalmente a los sectores medios, a fin de usarlos como carne de cañón en el asalto a Miraflores.

Vale decir que el imperialismo actúa así. Intereses foráneos ayudan a conformar la burguesía de un país dado, misma que se alinea con los intereses económicos y en política exterior de la potencia hegemónica dominante. A lo interno, la burguesía dirige la formación (directa e indirecta) de minoritarios sectores de la sociedad, los sectores medios, que soportarán mediante su trabajo intelectual, profesional y material, los intereses de la clase alta.

Además, los intereses de la clase dominante, la burguesía local, son alineados con los intereses del gran capital internacional, dejando de lado conceptos como soberanía y autodeterminación. En el caso venezolano, la captación de buena parte de la renta petrolera, era el vínculo que asociaba el funcionamiento del empresariado nacional, a los intereses de los EE.UU. en nuestro país.

Viviendo bajo una ilusión de democracia que solo beneficiaba a la clase privilegiada, se convocaba cada cierto tiempo a votar a los sectores populares; durante los últimos tiempos de la IV república, en la práctica, no existía partido alguno que representara los legítimos intereses del pueblo, es decir, los intereses de las clases dominadas. Fue este privilegio de la burguesía, el que fue roto con la aparición de Hugo Chávez en la escena política nacional y con la aprobación del nuevo texto constitucional.

Para la promoción de la supuesta libertad, se hacía uso de los medios de comunicación en manos de la burguesía, mismos que difundían un mensaje alienante, concebido por los centros de inteligencia de la potencia dominante, EE.UU., con el objeto de someter a la población mediante un discurso o mensaje, con una escala de valores, que en nada representan los verdaderos intereses populares.

El pueblo venezolano, es decir, los sectores populares, habían sido invisibilizado ante los medios. Se requieren muchas palabras, textos enteros para describir detalladamente, los mecanismos de alienación de masas. Lo que si podemos decir es que Hugo Chávez, estaba consciente de las carencias de su pueblo y de allí que desde el inicio de su mandato, intentó mitigar la inmensa deuda social existente en la nación desde décadas anteriores.

La Constitución Bolivariana de 1999 y las Leyes Habilitantes de 2000, no compaginaban con los intereses hegemónicos de los Estados Unidos en Venezuela, ni con los intereses de la burguesía nacional, por lo tanto, había que derogar la misma y defenestrar de poder al Gobierno presidido por el Comandante «Hugo Chávez».

Los síntomas de que algo se venía gestando eran perceptibles para los ojos de quienes habíamos observado el proceso de derrocamiento del Presidente «Salvador Allende», en Chile en 1973. Quien les escribe, tuvo la oportunidad de conversar y advertir a varias personas, del riesgo que se corría desde 2001. Sin embargo, todo fue en vano.

Pude exponer a diversas personas y a algún liderazgo del MVR, que la burguesía nacional y el imperialismo de los Estados Unidos, no se iba a detener ante nada, hasta derogar la CRBV de 1999 y derrocar al gobierno patriota y de orientación social, dirigido por Hugo Chávez. El tiempo corroboraría mi percepción.

Tiempo después se llegó a saber que previo a los días del golpe, un oficial venezolano de alto rango, leal al Orden Constitucional y al Comandante Presidente “Hugo Chávez”, había sido abordado en una confusión de identidad, por oficiales de los Estados Unidos destacados en Venezuela, teniendo como mensaje, “apurar el golpe de Estado”. De estos contactos se supo también, que un submarino estadounidense estubo sumergido en aguas territoriales venezolanas, en frente al Puerto de La Guaira; obviamente, esperando instrucciones para su participación en la operación planificada.

El golpe de Estado se consumó en 11Abr2002. El 12 la burguesía nacional, derogó la CRBV de 1999, eliminó el nombre de «bolivariana» a nuestra república, desconoció todos los poderes públicos destituyendo a todos sus integrantes y dio señales de que la política petrolera a seguir, era la que convenía al interés de los EE.UU.

En pleno golpe, entre el 11 y 14 de abril de 2002, mientras el pueblo luchaba en las calles por la liberación de Hugo Chávez y el retorno al Hilo Constitucional, circulaban versiones sobre un supuesto «chavismo sin Chávez». La verdad que me costó entender esa idea, pues estaba claro que eso era una utopía, una entelequia, en ese momento histórico.

Días después, trascendió la noticia de que durante los días del golpe de Estado, habían aterrizado de aviones militares C-5 Galaxy de la Fuerza Aerea de los Estados Unidos en el Aeropuerto de Maiquetía, conteniendo helicópteros de combate en su interior, mismos que al parecer no fueron desplegados.

Desde el inicio del golpe y gracias a la presión del pueblo en la calle y de sectores leales de la Fuerza Armada Nacional, Hugo Chávez fue liberado y logró retornar 47 horas después a Miraflores, justo el 14 de abril en horas de la madrugada.

Su gobierno, no se dedicó a perseguir a nadie como pudiera haberlo hecho en su lugar la derecha fascista, mas bien, intentó junto a personalidades como José Vicente Rangel, llamar al diálogo y la reflexión a la derecha beligerante. En su reaparición ante las cámaras, sacó «un crucifijo» y convocó al diálogo a quienes se habían alzado en contra el orden constitucional.

Pedro Carmona, presidente de FEDECAMARAS para aquel momento, autonombrado presidente de la República de Venezuela el 12 de abril de ese año, al fracasar el golpe, días después huyó del país y nunca ha retornado a dar la cara a la justicia nacional, por los muertos que produjo ese golpe de Estado.

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), con mayoría de jueces de la derecha nacional para el entonces, exoneró de culpas a los militares que participaron en el golpe, señalando que dicho acto no había sido tal y que los militares que secuestraron al Presidente Chávez, simplemente estaban «preñados de buenas intensiones», siendo su objetivo, proteger la vida del Presidente, hecho el cual a todas luces, fue totalmente falso.

Así las cosas, la impunidad manifiesta y las llamadas al diálogo, fueron interpretadas por la derecha nacional y por los EE.UU. como un acto de «debilidad» e intentaron nuevamente en diciembre de ese año, derrocar al gobierno legalmente constituido, volviendo a fracasar en el intento y produciendo el llamado «Paro Petrolero» al país, alrededor de 20 mil millones de dólares en pérdidas, amén de las vidas que se perdieron nuevamente en esos sucesos.

Una larga historia habrá que seguir escribiendo en los 23 años que llevamos de «agresión continuada» de los EE.UU. y sus secuaces, nacionales e internacionales, en contra de la República Bolivariana de Venezuela (RBV) y de su pueblo. La violencia fascista de la burguesía nacional e internacional, ha sido palpada a todo lo largo de este período que va para 1/4 de siglo en años próximos venideros.

Una serie de métodos para derrocar gobiernos han sido puestos en práctica en Venezuela desde ese entonces, desde el golpe mediático a la Guerra Híbrida, multifactorial, pero pese a tales intentos, aun no han logrado derogar la CRBV de 1999.

El imperialismo se ha caracterizado por su resiliencia, término que aparece repetido, reiteradamente, en los manuales estratégicos publicados por los Estados Unidos. La constancia de nuestro pueblo ha sido mayor al defender el Orden Constitucional establecido en Venezuela, nuestra soberanía y las conquistas sociales alcanzadas; sin embargo, el peligro aun no ha pasado.

Por: Vladimir Adrianza Salas

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