El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, reiteró la voluntad avanzar en su desarrollo económico y social, pese al recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos que intenta subvertir el proceso revolucionario.
En entrevista con el periodista y escritor español Ignacio Ramonet, publicada en el diario Granma, el jefe de Estado aseguró que frente a esas agresiones el país no se ha quedado de brazos cruzados y desarrolla su capacidad de resistencia.
Señaló que la profundización y ampliación del cerco de Estados Unidos, la inclusión de Cuba en la unilateral lista del Departamento de Estado de países que supuestamente patrocinan el terrorista, y en general la política hostil de esa potencia, volvieron particularmente difícil la vida cotidiana de la población en los últimos años.
«Somos un país que ha sufrido las limitaciones y las adversidades que nos impone el bloqueo durante más de sesenta años; un bloqueo ilegal, injusto, anacrónico como política y cargado, sobre todo, de una perspectiva prepotente del Gobierno de los Estados Unidos», apuntó.
Díaz-Canel explicó que el recrudecimiento de esa política desde 2019, bajo la administración republicana de Donald Trump, cortó de golpe todas las fuentes de ingresos en divisas de la nación, y la aplicación por primera vez el Título III de la Ley Helms-Burton ejerce presión sobre los inversionistas extranjeros.
Simultáneamente se organizó una enorme persecución energética y financiera, dijo, y detalló que más de 92 bancos o entidades financieras internacionales fueron sancionadas o presionadas por el Gobierno de los Estados Unidos, por lo cual han cesado sus relaciones de intercambio financiero con Cuba.
Señaló que esto, unido al corte de las remesas, que era una fuente importante de ingresos al país, y las medidas contra países suministradores estables combustible a la isla, ocasionó un déficit de disponibilidad de divisas y problemas energéticos.
Afirmó que como parte de esas acciones disminuyó notablemente el turismo porque el Gobierno de los Estados Unidos niega el derecho al pueblo norteamericano a hacer turismo en Cuba, y se cerró el arribo de cruceros, que era una parte importante de la afluencia de visitantes.
«Cuba ha sufrido las limitaciones y las adversidades, sin embargo el país no ha sido solo capaz de resistir los embates del bloqueo, sino que en esas condiciones ha avanzado, aportado y crecido como nación y, además, se ha desarrollado. Si bloqueados hemos sido capaces de tantas cosas, de qué no hubiéramos sido capaces sin estar bloqueados», apuntó.
Díaz-Canel, reiteró la voluntad de su país de sentarse en una mesa de igualdad de condiciones, sin imposiciones con Estados Unidos para hablar todos los temas vinculados con sus nexos.
«Nosotros le hemos hecho llegar, por vías directas e indirectas, a la actual administración del Gobierno de los Estados Unidos que estamos dispuestos a sentarnos en una mesa en igualdad de condiciones, sin imposiciones y sin condicionamientos, para hablar de todos los temas que tienen que ver con la relación entre Cuba y los Estados Unidos, todos los temas que quieran discutir; pero sin condicionamientos y en igualdad de condiciones», apuntó Díaz-Canel.
El mandatario cubano aseguró que hemos planteado esa voluntad, porque, además, nosotros hacemos una diferencia, no tenemos nada en contra del pueblo norteamericano, este es un tema con el Gobierno de Estados Unidos.
A fin de cuentas, en el bloqueo (de Washington contra La Habana) hay una relación, digamos, unilateral: Cuba no ha afectado a Estados Unidos, Cuba no ha tomado ninguna medida en contra el gobierno norteamericano, precisó.
El Gobierno de los Estados Unidos fue el que impuso de manera unilateral el bloqueo, por lo tanto, es el que tiene de manera unilateral que quitar el bloqueo, señaló y sostuvo que «nosotros no pedimos ni favores ni tenemos que tener ningún gesto para que nos quiten el bloqueo, sencillamente es un derecho del pueblo cubano».
Exaltó que es un derecho del pueblo cubano a poder desarrollarse en un ambiente de paz, de igualdad, sin medidas coercitivas, sin imposiciones y estamos dispuestos; pero el Gobierno de los Estados Unidos nunca ha dado respuesta a eso.
Sobre la postura de la administración del presidente estadounidense Joe Biden, Díaz-Canel aseveró que no tiene ninguna voluntad en cambiar la situación hacia Cuba, sobre todo porque ha priorizado mucho su política hacia los intereses de una minoría, que es la mafia cubanoamericana, que radica en la Florida, lo cual -refirió- aleja las posibilidades de tener una relación como nosotros queremos tener.
«Con diferencias ideológicas, que siempre las vamos a tener, pero una relación civilizada entre vecinos, donde podría haber cooperación, intercambio económico, comercial, científico, financiero, cultural, en todos los ámbitos de la vida. Podría ser una relación normal, como la tiene Estados Unidos con otro grupo de países que no comparten tampoco sus posiciones», puntualizó.
Díaz-Canel calificó de inexplicable que el presidente Biden, quien fue vicepresidente de Barack Obama durante dos mandatos y Obama había cambiado un poco la atmósfera, digamos, de relaciones, se restablecieron relaciones, tenga esa posición.
Tras acotar que Obama empezó a construir una relación diferente, Díaz-Canel consideró que la postura de la actual administración solo lo explica que en Estados Unidos el tema no es de partidos, un demócrata actúa igual que un republicano.
«Hay un complejo militar industrial, hay otra construcción de poder por detrás, en las sombras, que es la que decide las posiciones del Gobierno de Estados Unidos, que son las posiciones imperiales. Y hay esta situación que es la subordinación a un grupo de intereses, sobre todo por temas electorales, a las posiciones de la mafia cubanonorteamericana», subrayó.
Interrogado si tiene esperanza de que las próximas elecciones cambien esta situación, modifiquen esta situación, el presidente cubano respondió «ojalá cambiaran y ojalá pudiéramos tener el espacio para discutir frente a frente todas nuestras posiciones y que hubiera otro tipo de relación y que se levantara el bloqueo».
Pero, afirmó, «mi convicción es que el bloqueo nosotros lo tenemos que superar por nosotros mismos, con nuestra capacidad, con nuestro trabajo, con nuestro talento, con nuestra inteligencia y con nuestro esfuerzo, y esa sería la mejor respuesta a esta testarudez de mantenerlo durante tantos años contra nuestro pueblo».
Díaz-Canel aseveró que su país siempre va a defender el respeto a la soberanía y la independencia de los países de América Latina y el Caribe.
El Presidente subrayó que la isla no rompe nunca relaciones con países latinoamericanos, sino que trata de resolver mediante el diálogo cualquier tema en que pueda existir aspereza y tener posiciones divergentes.
Apuntó que las muestras de solidaridad de Cuba con América Latina y el Caribe refuerzan ese principio, que ha tenido diversas manifestaciones como el envío de médicos, maestros y colaboradores internacionalistas a varios países de la región.
T: Prensa Latina/LRDS