Venezuela

Especial: Vacuna Sputnik-V, expresión de la solidaridad de Rusia con la humanidad

La pandemia del Covid-19, dejo al descubierto grandes verdades: naciones con poderío sin medidas para enfrentar esta crisis global, la inoperancia de la hegemonía imperial, la necesidad de una nueva geopolítica mundial con sentido de solidaridad y el abrazo humanitario para la ayuda entre naciones.

Frente al sombrío panorama que ya cobra más de un millón de vidas en el planeta y más de 30 millones de contagios por el nuevo Coronavirus, así como la afectación de las economías en el mundo, vale también destacar una mirada a los esfuerzos por conseguir una vacuna. Es una carrera por la vida. En ella se inscribe la solidaridad de la Federación de Rusia con la vacuna Sputnik-V.

Moscú da un paso adelante, trabaja contra reloj y vence los intereses de dominación y mercantilismo representados en las grandes corporaciones farmacéuticas y de gobiernos de corte neocolonizador que pretenden la dominación sobre los pueblos con arrogancia y que protagonizan la carrera del siglo, al buscar una vacuna eficaz contra el Covid-19.

En contraposición y con humildad la premisa del Presidente de Rusia, Vladimir Putin expresa: “Hay que utilizar todas las capacidades de la industria farmacéutica mundial para garantizar un acceso gratuito a la vacunación”.

El líder ruso, precisó las bondades y avances científicos obtenidos en esta materia, durante su participación en la 75° Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), y en un gesto de nobleza y solidaridad reiteró el ofrecimiento de la vacuna a la comunidad mundial, incluyendo a los trabajadores del organismo multilateral.

“Estamos absolutamente abiertos y resueltos a las alianzas”, declaró Putin su alocución vía videoconferencia.
Agregó: “Estamos dispuestos a compartir nuestra experiencia y a continuar interactuando con todos, incluido con el aprovisionamiento para otros países de la vacuna rusa, que ha probado su fiabilidad, su seguridad y su eficacia”.

Hoy Venezuela, es ejemplo de esta importante iniciativa que apunta a la cooperación y al multilateralismo. A suelo Bolivariano, arribaron este 2 de octubre, fecha memorable, vacunas Sputnik-V, como expresión de apoyo al combate contra el COVID-19 y se convierte en la primera nación Latinoamericana y caribeña en recibirla en el hemisferio. Sin duda, una muestra de solidaridad entre los pueblos para salvar la vida de millones.

La Diplomacia Bolivariana de Paz, conducida por el Presidente Nicolás Maduro, da cuenta de las relaciones de apoyo mutuo con Moscú.

En claves: ¿Qué es la vacuna Sputnik-V?

Con una amplia seriedad científica, el jefe del Kremlin, Vladimir Putin, sorprendió al mundo y anunció en el mes de agosto pasado, que Rusia registraba la primera vacuna contra el nuevo Coronavirus. La vacuna fue registrada con el nombre de Gam-COVID-Vac, según un comunicado de Sanidad, y permite una inmunidad prolongada al inyectarse dos veces, refirió el portal Forbes Centroamérica.

El presidente destacó la eficacia de la vacuna que completó las verificaciones necesarias que comenzaron en el mes de junio.

“Debemos agradecer a todos los que hicieron ese primer paso, muy importante para Rusia y para el mundo entero”, dijo el mandatario ruso.

Apuntó que lo más importante es garantizar que la vacuna sea segura y eficaz y expresó: “Espero que podamos en breve comenzar la producción masiva de ese fármaco”.

La vacuna -bautizada como Sputnik-V, en alusión al Sputnik-1, el primer satélite soviético lanzado al espacio en 1957, fue desarrollada por los investigadores del Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Moscú y fue registrada después de dos meses de ensayos en humanos.

La vacuna consta de dos componentes: el primero se basa en el adenovirus humano tipo 26, y el segundo, en el adenovirus humano recombinante del tipo 5. Es una vacuna de vector viral no replicante: usa material genético del nuevo coronavirus, en este caso un gen que codifica la proteína S que forma la “corona” del virus, insertado en un vector. Es decir, usa como vehículo o vector un virus que no se puede reproducir y que transporta material genético del coronavirus, publicó el portal Internacional Report.

La aplicación consta de dos dosis a través de inyecciones intramusculares con 21 días de diferencia.

El ensayo de fase III, es aleatorizado y doble ciego: ni el voluntario ni el investigador saben quién pertenece en el grupo de receptores del placebo y quién recibe el candidato a vacuna. Luego se hace seguimiento médico. El ensayo busca probar la inmunogenicidad y la seguridad de la vacuna.

Por su parte, el ministro de Salud, Mijaíl Murashko, confirmó que la vacuna de Gamaleya mostró su alta eficacia y seguridad en las pruebas clínicas llevadas a cabo, se lee en el portal sputniknews.com. “Todos los voluntarios a los que se administró la vacuna desarrollaron anticuerpos y ninguno de ellos presentó complicaciones serias”, subrayó.

Vicepresidencia/La Radio del Sur

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