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Presidente de Cuba pide cierre de cárcel de Guantánamo

20 años de escandalosos abusos contra los derechos humanos, en territorio cubano

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, denunció este martes las sistemáticas arbitrariedades y abusos que se cometen en la base Naval de Estados Unidos, ubicada  ilegalmente  en Guantánamo, provincia ubicada al oriente de Cuba y también pidió su cierre.

“Ya son 20 años de escandalosos abusos en territorio cubano ilegalmente ocupado en la bahía de Guantánamo por parte de los mayores violadores de los derechos humanos en el mundo”, escribió el jefe de Estado cubano en su cuenta en la red social Twitter.

Este martes se cumplen dos décadas desde que arribaran los primeros prisioneros a la cárcel que el Gobierno de EE.UU. mantiene en esa base militar, a pesar de los reclamos de las autoridades locales para la devolución del territorio.

Esta denuncia viene tras los señalamientos  de  expertos en derechos humanos de Naciones Unidas, quienes  condenaron los abusos cometidos en esta prisión.

Washington abrió esa prisión poco después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, como un lugar al margen del Derecho Internacional para poder encarcelar, en teoría, a combatientes enemigos, terroristas y personas relacionadas directamente con los atentados a las Torres Gemelas.

 

El 11 de enero de 2002 llegaron a esas instalaciones militares los primeros prisioneros.

«El tipo de personas detenidas en Guantánamo incluye a terroristas, guardaespaldas de Osama bin Laden, fabricantes de explosivos, financieros, terroristas suicidas. No son criminales comunes, son asesinos determinados», dijo en junio de 2005 el entonces secretario estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld.

Las irregularidades se repitieron de manera constante, así como las denuncias de torturas,  calificadas por el Pentágono como «técnicas de interrogación mejoradas«.

De los casi 800 reos que han pasado por la prisión no suponían una amenaza real. Es más, la gran mayoría ni siquiera fueron acusados de ningún delito. Es por ello que el número de presos se fue reduciendo drásticamente. Más de 500 fueron liberados o transferidos durante la Administración de George W. Bush, otros 197 en el Gobierno de Barack Obama, último quien insistió en cerrar la prisión.

En febrero de 2016, el expresidente norteamericano Barack Obama enfatizó que «mantener abierta esta prisión es contraria a nuestros valores, debilita nuestra posición en el mundo. Es una mancha en nuestra trayectoria de respeto al Estado de derecho».

T/RT/Telesur/LRDS

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