
Autoridades de Venezuela y China celebraron el Día Internacional del Idioma Chino en el Centro de Altos Estudios Confucio, ubicado en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), con un llamado a valorar la diversidad lingüística y cultural como resistencia ante la homogenización global.
En este sentido, el vicepresidente sectorial de Comunicación y Cultura, Freddy Ñáñez, destacó mediante videoconferencia la importancia del mandarín como lengua poética y filosófica: «En un tiempo donde se pretende la uniformidad, aprender chino es un acto de resistencia y amor. Cada idioma ofrece una forma única de ver el mundo», afirmó.
Resaltó que, a diferencia de las lenguas fonéticas como el español, el chino «habla con imágenes», lo que lo convierte en una expresión cultural profunda.
«Los pueblos que han conocido la poseía en su más alta expresión, no solo han producido belleza, han formado un modo de pensar, de decir y en una palabra de existir, pero la poesía no es la misma en cada lengua porque cada idioma tiene sus características y a partir de estas se produce de una manera única la forma en que miramos el mundo», manifestó.
Por su parte, el embajador de la República Popular China en Venezuela, Lan Hu, subrayó el papel del idioma como puente entre naciones: «El chino exporta 5.000 años de sabiduría y hoy está presente en 190 países. Es un vínculo clave para el intercambio humanitario».
Destacó que Venezuela y China avanzan en proyectos conjuntos en educación, cultura y tecnología, y de esta manera refuerzan su alianza estratégica.
Asimismo, la rectora de la UBV, Sandra Oblitas, enfatizó que la fecha celebra «la diversidad que enriquece a la humanidad». El Centro Confucio, que ofrece cursos de mandarín en Caracas, fue señalado como un espacio clave para promover esta cultura milenaria.
T: VTV