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 A 10 años del 8 de diciembre de 2012

Por Vladimir Adrianza Salas

En horas recientes, un equipo de VTV que se encuentra trabajando en un programa que ha de tratar sobre la importancia del discurso del 8 de diciembre de 2012, pronunciado por Comandante Eterno «Hugo Chávez Frías», me contactó para pedir mi contribución para su trabajo. De esta petición y a con premura, pude redactar unas líneas que he deseado compartir con todas y todos ustedes, mismas que podrán leer a continuación:

Hugo Chávez vino al mundo, para despertar un continente dormido, totalmente postrado a los intereses imperiales del occidente global, liderado por los Estados Unidos.

La huella de sus pasos ha sido indeleble y su voz retumba desde todos los rincones de una Latinoamérica aún irredenta, con sed de libertad, independencia y justicia, principio ético fundamental en las relaciones con su pueblo, sin ocultar ningún detalle de su salud afectada.

Su opinión firme, plena (como la luna llena), irrevocable, absoluta y total, fue que en ese escenario, que obligaría a convocar nuevas elecciones presidenciales, su pueblo, el pueblo que lo siguió y aún lo sigue, eligiera a Nicolás Maduro, como presidente de la República Bolivariana de Venezuela.

El pueblo siguió su conseja y pese a todas las artimañas del imperio y de la derecha nacional y latinoamericana, el Presidente Nicolás Maduro, ha sido electo dos veces, Presidente Constitucional de Venezuela.

Insistió el amado Comandante en su alocución, en «fortalecer la unidad de los patriotas», civiles y militares. Indicó además que los enemigos de la patria, no descansarían en la intriga para intentar dividirnos, aprovechando circunstancias difíciles como la que estaban planteadas.

El Libertador «Simón Bolívar» llegó a decir: «Más daño hace en un día un intrigante que [el bien que pudieran hacer] cien hombres de bien en un mes».  El Comandante Eterno lo tenía claro, sabiendo y percibiendo como nadie las amenazas imperiales que se proyectaban sobre Venezuela.

Cerró su magistral e inolvidable alocución que para muchos fue su despedida, reflejando su inconmensurable amor por su patria, nuestra amada patria Venezuela, entonando el himno del 414 Batallón Blindado «Bravos de Apure», de donde emerge la estrofa inmortal que reza:

«Patria, patria, patria querida,
tuyo es mi cielo, tuyo es mi sol,
Patria, patria tuya es mi vida,
tuya es mi alma,  tuyo es mi Amooooooor».

Fue la forma de interpretar en sus propias palabras, el pensamiento Bolivariano que dice: «Cuando el clarín de la patria llama, hasta el llanto de la madre calla», enfatizando sus deseos y su mandato, de defender la patria hasta con la vida si fuera necesario, con una lealtad absoluta a toda prueba, sintiendo la patria hasta en las vísceras, citando las palabras del insigne Augusto Mijares.

Hoy, casi 10 años después, aquí estamos, combatiendo una Guerra Híbrida que se ha proyectado sobre Venezuela, con el propósito de doblegar a nuestra República, cosa que no han podido hacer las fuerzas del imperio ni la burguesía apátrida y me atrevo a augurar que jamás lo podrán lograr.

No obstante, el pueblo venezolano con sus altas y bajas, ha seguido el mandato de Hugo Chávez y está saliendo airoso y seguramente saldrá victorioso en esta lucha. Quien les escribe, está seguro de que viviremos y venceremos, garantizando la existencia eterna de la patria que nos legaron nuestros próceres.

¡Viva Chávez!
¡Viva Bolívar!
¡Viviremos y Venceremos!

T/ Vladimir Adrianza Salas

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