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A pesar de estar vacunado y bien ilustrado, ¿La Covid-19 mató a Shakespeare?

“William Shakespeare (WS), el mayor dramaturgo de todos los tiempos, murió víctima de un tumor en un ojo y no a consecuencia de una borrachera, según las últimas investigaciones publicadas por la prensa británica” EFE.

El caso es que también es el nombre del primer hombre vacunado contra el nuevo coronavirus SARS-Cov2 causante de la enfermedad Covid-19. Según sus médicos tratantes, falleció a los 81 años de edad, por una Enfermedad Cerebrovascular, al que ellos desestiman no tiene que ver con Covid-19. El homónimo del dramaturgo inglés, quien también es oriundo de Warwickshire un condado de Inglaterra.

WS se habría vacunado con la primera dosis en diciembre del 2020, esto lo convirtió en el primer hombre en colocarse la vacuna producida por la Pfizer, poco después que lo hiciera Margaret Keenan de 91 años.

«Bill fue noticia en todo el mundo por ser (el primer) hombre en tener la vacuna covid. Sus décadas de servicio al partido fueron reconocidas recientemente por Keir Starmer (líder del partido). Nuestros pensamientos están con Joy y la familia y amigos de Bill», lo recordó en Twitter el grupo laborista de West Midlands. (Fuente EFE).

William Shakespeare

Lo que no es del todo cierto es si realmente existe evidencia o no del vínculo de enfermedad cerebrovascular posterior a la vacunación, existen casos “aislados” que vinculan complicaciones cardiovasculares, con las vacunas contra la Covid-19. Lo que si es cierto, es que tanto la enfermedad como las secuelas cardiovasculares son muy comunes, sobre todo en personas con edad avanzada, con enfermedades de base como Hipertensión y Diabetes, obesidades, cáncer entre otras.

Es muy temprano para desestimar del todo que el primer hombre en vacunarse, el William Shakespeare de nuestros días, falleció por una complicación tardía de la vacuna o de la enfermedad que transcurrió asintomática.

En Reino Unido, más de 38 millones de personas, lo que representa el 72,3% de la población adulta, recibió al menos una dosis de alguna vacuna contra el coronavirus, mientras que el porcentaje de población que recibió las dos dosis alcanzaba este martes el 43,5%.

El “relajar” las medidas tras vacunar a la población sigue siendo una medida sin mucho sustento científico, pues es mucho lo que se pone en riesgo desde el punto de vista epidemiológico. Cada vez que ocurre un contagio, esté o no vacunado el paciente, es una oportunidad del virus para mutar y que surja una variantes nueva que incluso pudiera vulnerar todas las vacunas existentes en el planeta.

Siguen siendo las medidas de Bioseguridad y protección personal la opción más acertada hasta tanto la humanidad y la ciencia no avancen hacia modelos de higiene y protección más contundentes, las vacunas forman parte, pero no son la solución completa, a una compleja situación donde no sólo la Covid-19 puede hacernos daño, la interacción de esta enfermedad con otros problemas de Salud y sociales pueden complicarnos y hasta causarnos la muerte, así estemos vacunados.

Por:  Ricardo León

Médico Especialista en Medicina Interna e Investigador

Maestrante en Salud Colectiva

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