La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) adoptó este viernes durante la segunda sesión de la reunión de emergencia, una resolución que «pide una tregua humanitaria inmediata, duradera y sostenida que conduzca al cese de las hostilidades» en Gaza.
El proyecto de resolución sobre la crisis, liderado por Jordania, fue adoptado con 120 a favor, 14 en contra y 45 abstenciones. Esta resolución no es legalmente vinculante pero tienen peso político.
La resolución incluye la petición de una «tregua humanitaria inmediata, duradera y sostenida«, así como la «exigencia» de que todas las partes cumplan el derecho internacional humanitario y de que se suministren suministros y servicios esenciales a la Franja de Gaza de forma «continua, suficiente y sin obstáculos».
También pide la «liberación inmediata e incondicional» de todos los civiles cautivos, además de exigir su seguridad, bienestar y trato humano de acuerdo con el derecho internacional.
Canadá y Estados Unidos propusieron una enmienda que «rechaza y condena inequívocamente los atentados terroristas perpetrados por Hamás» en Israel a partir del 7 de octubre y la toma de rehenes. La enmienda también fue sometida a votación, obteniendo 88 votos a favor, 55 en contra y 23 abstenciones. No fue adoptada, al no obtener dos tercios de los votos necesarios.
Aunque en los últimos días han llegado varios convoyes con ayuda humanitaria, hasta ahora no se ha logrado alcanzar una pausa en los bombardeos para hacer llegar los alimentos y la ayuda necesaria a la población de Gaza.
Estados Unidos rechazó la resolución, la embajadora estadounidense subrayó que faltaban dos palabras clave: «La primera es Hamás, es indignante que la resolución no nombre a los autores del atentado terrorista del 7 de octubre«, dijo, y añadió que la otra palabra clave «es rehén. Esta resolución no menciona a las personas inocentes, incluidos los ciudadanos de muchos de sus países, aquí en esta sala; sus ciudadanos son rehenes de Hamás y otros grupos terroristas».
Thomas-Greenfield señaló que Estados Unidos copatrocinó la enmienda de Canadá que corrige estas omisiones, condena los ataques terroristas de Hamás y pide la liberación inmediata e incondicional de los rehenes.
La diplomática afirmó que Israel está ejerciendo su derecho y su responsabilidad de defender a su pueblo de Hamás, pero «debe hacerlo de acuerdo con las normas de la guerra» y respetando el derecho internacional humanitario.
La embajadora señaló que, cuando la crisis termine, tiene que haber una visión de lo que viene después, “en nuestra opinión esa visión debe girar en torno a una solución de dos Estados. Llegar a ella exigirá un esfuerzo concertado por parte de todos nosotros”, afirmó.
La reunión de emergencia sobre Gaza en la Asamblea General, inició este jueves 26 de octubre, en una jornada en la que intervinieron una docena de los 110 oradores previstos.
La sesión especial de emergencia se convocó luego que el Consejo de Seguridad no haya podido hasta la fecha lograr una resolución en torno al conflicto en el medio Oriente.
La décima Sesión Especial de Emergencia se convocó por primera vez en abril de 1997, a petición de Qatar. Se celebró tras una serie de reuniones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General en relación con la decisión israelí de construir un gran proyecto de viviendas en una zona de Jerusalén Este.
La Sesión se convocó por última vez el 13 de junio de 2018 para examinar un proyecto de resolución titulado «Protección de la población civil palestina».
Al final de esa sesión, la Asamblea decidió suspender la sesión «temporalmente y autorizar al presidente de la Asamblea General en su última sesión a reanudar su reunión a petición de los Estados miembros».
Los proyectos de resolución no representan posturas oficiales de la Asamblea General hasta que sean aprobados en votaciones, donde participen los 193 países miembros, sin gozar ninguno del derecho de veto, tal como lo tienen los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
Las resoluciones de la ONU sobre los asuntos importantes, que incluyen recomendaciones respecto al mantenimiento de la paz y seguridad internacionales, entre otros, se adoptan por una mayoría de dos tercios de los miembros presentes y votantes. Los miembros que se abstengan de votar se consideran como no votantes.
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