
Marcada por la ausencia de mandatarios, la XXIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno inicia este jueves en la ciudad ecuatoriana de Cuenca bajo el lema “Innovación, inclusión y sostenibilidad”.
Aunque la cancillería de Ecuador no ha precisado la cantidad de mandatarios que asistirán «por temas de seguridad y otros particulares», medios locales señalaron que se esperan solamente seis de los más de 20 líderes convocados a la cita, entre ellos el Rey de España, Felipe VI; y los presidentes de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, de Paraguay, Santiago Peña, de República Dominicana, Luis Abinader, y de Andorra, Xavier Espot. Los otros países enviarán comitivas lideradas por vicepresidentes o ministros.
De ser así, esa sería la cifra más baja de participación en la historia de esas Cumbres, que comenzaron en 1991. El número es incluso inferior a los trece que estuvieron en las cumbres de 2013 en Panamá y de 2016 en Cartagena de Indias (Colombia), que hasta ahora marcaban la cifra más baja.
Sobre ese tema, la canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, reconoció a un medio de comunicación que hubiera «sido más bonito o importante que lleguen más Jefes de Estado. Entendemos por las cartas que hemos recibido que hay temas externos o internos que han impedido que lleguen».
Si bien Javier Milei había sido inicialmente confirmado por la Cancillería ecuatoriana, la Presidencia de Argentina notificó este lunes que no viajará a Cuenca. Por su parte, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, canceló su viaje las recientes inundaciones en el Chocó.
Para este jueves, en el Museo Pumapungo, están previstas reuniones de cancilleres y en la noche tendrá lugar el acto inaugural, liderado por el presidente de Ecuador, Daniel Noboa.
Luego, el viernes, se realizará la sesión de alto nivel con los jefes de Estado y de Gobierno, así como con los líderes de las delegaciones presentes.
Al finalizar, deberán adoptar la llamada Declaración de Cuenca y se realizará el traspaso de la secretaría pro témpore de Ecuador a España.
Esta edición de la Cumbre tiene como objetivo buscar soluciones creativas a problemas comunes, como el acceso al empleo, a la educación, al fortalecimiento de la conectividad, así como el uso de nuevas tecnologías, indican los organizadores.
A pesar de los desafíos, el gobierno ecuatoriano asegura que todo está listo para acoger las actividades de la cumbre que Sommerfeld defendió como «un pilar fundamental para impulsar la cooperación iberoamericana y dar seguimiento a los programas, iniciativas y proyectos que están en marcha».
Mientras, organizaciones sociales de Ecuador arrancan hoy con la Contra Cumbre de los Pueblos en Resistencia para debatir sobre las problemáticas que afectan a nivel local, nacional y regional, y proponer alternativas y soluciones construidas colectivamente.
Para este jueves y viernes la Contra Cumbre prevé movilizaciones populares en Cuenca para expresar públicamente sus reclamos.
Ecuador recibirá a sus invitados en medio de una crisis energética, que durante esta semana ha causado apagones de hasta 14 horas diarios y con un estado de excepción por el aumento de delitos y la intensidad de la prolongada presencia de grupos armados al margen de la ley, vinculados al narcotráfico, en el marco de la declaratoria de «conflicto interno armado».
T: Agencias
Trabajadores de Ecuador convocan a movilización contra el Gobierno