Bolivia rechaza categóricamente Informe de Derechos Humanos 2024 emitido por EE. UU.
La Cancillería boliviana calificó de unilateral y carente de rigor un reporte del Departamento de Estado, acusándolo de pretender influir en la política interna del país

El Gobierno de Bolivia expresó su rechazo al “Informe de Derechos Humanos 2024” elaborado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, al que calificó de unilateral, intervencionista y carente de validez.
Según la Cancillería, el documento busca incidir en la política nacional y minar la confianza en las instituciones democráticas bolivianas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que el informe fue elaborado sin consulta ni consentimiento del Estado Plurinacional y refleja una visión totalmente ajena a la realidad nacional.
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“Resulta evidente que este documento pretende erosionar la confianza ciudadana, utilizando afirmaciones arbitrarias y carentes de fundamento”, afirmó la Cancillería en un comunicado oficial difundido el 15 de agosto.
Bolivia defiende sus avances en derechos humanos
La cartera de Exteriores destacó que Bolivia mantiene claros sus principios constitucionales y su compromiso con los derechos humanos, así como con los mecanismos internacionales legítimos.
Recordó que en el Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el país presentó avances en la materia, en el marco del respeto mutuo y la no injerencia en asuntos internos.
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El comunicado ratificó que Bolivia continuará trabajando con la comunidad internacional sobre la base del diálogo respetuoso, la cooperación genuina y el apego al derecho internacional, rechazando cualquier intento de instrumentalizar la agenda de derechos humanos con fines políticos.
La publicación del informe estadounidense ocurre en un escenario en el que Bolivia se prepara para las elecciones generales, previstas para finales de agosto. El Gobierno recordó que, pese a intentos de desestabilización en años anteriores, el país mantiene su sistema democrático en funcionamiento.
Respuesta regional a informes de Washington
Bolivia no es el único país latinoamericano que ha cuestionado los informes anuales de derechos humanos de Estados Unidos. En años recientes, gobiernos como los de Cuba, Venezuela y Nicaragua también han señalado el carácter selectivo e injerencista de estos reportes, alegando que se emplean como herramientas de presión política.
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La crítica boliviana se enmarca en un contexto más amplio, donde diversos Estados del Sur Global reclaman el fortalecimiento de mecanismos multilaterales de derechos humanos que garanticen imparcialidad y respeto a la soberanía de los pueblos.
En ese sentido, el Gobierno de Luis Arce subrayó que Bolivia seguirá defendiendo su derecho a construir políticas internas sin injerencias externas, reafirmando su posición de rechazo categórico al documento estadounidense.