El Sur

Bolsonaro cuestionó el aborto de una niña de 11 años embarazada por violación

El presidente brasileño lanzó el ataque desde sus redes sociales. La niña que había sido violada pudo abortar tras un semanas de indecisión judicial por negativa de una jueza a autorizar el procedimiento, que está amparado por la ley en esos casos

El presidente ultraderechista brasileño, Jair Bolsonaro, criticó duramente desde sus redes sociales a una niña de 11 años embarazada por violación que se practicó un aborto tras semanas de un debate público por la negativa de la justicia a aprobar esa práctica que está amparada por la ley.

A pesar de que el aborto en Brasil está despenalizado en caso de violación una jueza alegó que el procedimiento sería «un homicidio», dejando a la menor desprotegida y en medio de una campaña de los sectores reaccionarios, incluyendo el propio presidente, para evitar que se lleve a cabo la práctica.

La niña finalmente consiguió abortar en el Hospital Universitario Polydoro Ernani de Sao Thiago, en la ciudad de Florianópolis (sur) que «adoptó todas las providencias para la interrupción de la gestación de la menor», según informó en una nota el Ministerio Público Federal.

Fuentes de la Fiscalía añadieron que el procedimiento fue realizado «el miércoles por la noche» y que la niña, que aún permanece ingresada en la clínica, se encuentra «bien».

Tras conocerse la noticia Bolsonaro reaccionó desde su cuenta de Twitter calificando de «inadmisible» la interrupción del embarazo de la niña. El mensaje fue acompañado con la foto de un bebé que, según dijo, tenía 25 semanas.

«Un bebé de SIETE MESES de embarazo. No se discute la forma en que fue generado, (o) si está o no respaldado por la ley. ¡Es inadmisible hablar de quitarle la vida a este ser indefenso!», escribió Bolsonaro en otro mensaje.

Y luego «Sabemos que este es un caso delicado, pero quitarle la vida a un inocente, además de violar el derecho fundamental de todo ser humano, no cura las heridas ni hace justicia a nadie, al contrario, ¡el aborto solo agudiza esta tragedia! ¡Siempre habrá otras formas!».

Bolsonaro utilizó el argumento clásico de los sectores conservadores y de las organizaciones antiderechos para negar a las mujeres, en este caso una menor, el derecho al aborto, más aún en caso de violación. Al igual que en otros países la campaña «Niñas, no madres» se desplegó con fuerza justamente para mostrar esta realidad de miles de niñas que son obligadas a parir tras haber sido abusadas y violadas, en la mayoría de los casos por una persona o familiar cercano que además debe ver a diario.

El caso salió a la luz esta semana después de que el portal The Intercept Brasil divulgara al contenido de la audiencia en la que la jueza Joana Ribeiro, con el apoyo de la fiscal regional Mirela Dutra, presionaran a la niña para que tuviera el bebé y lo diera en adopción.

«¿Soportarías un poquito más?», le preguntó Ribeiro a la niña, que entonces estaba con más de 20 semanas de gestación, en esa audiencia celebrada en mayo pasado, según recogió The Intercept Brasil.

El asunto acabó en manos de la Justicia después de que el citado hospital de Florianópolis se negara a interrumpir en un primer momento el embarazo de la menor porque contrariaba sus protocolos internos.

Sin embargo, el Ministerio Público Federal recomendó en la víspera al hospital que cumpliera con la ley e interrumpiera el embarazo de la menor, que estaba cerca de entrar en la semana 29 de gestación.

En Brasil, el aborto solo se permite actualmente en casos de riesgo para la madre, violación o fetos con anencefalia.

Bolsonaro y su exministra de la Mujer y la Familia, Damares Alves, ya habían intentado que una niña de 11 años llevara a cabo su embarazo, mostrando lo que hay detrás de la jueza Joana Ribeiro: un Gobierno misógino que fomenta el acoso sexual y la violencia contra las niñas en nombre de negar el derecho a decidir sobre su propio cuerpo.

Recientemente un folleto del Ministerio de Salud tipificó como delito cualquier tipo de aborto, incluso en los casos que está permitido por ley, amenazando a las mujeres con no tener garantizado siquiera ese derecho.

En Brasil, 100 niñas son violadas al día en promedio y el número de muertes de mujeres víctimas de abortos clandestinos aumentó un 233% de 2020 a 2021.

T/La Izquierda Diario/LRDS

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