
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha prometido a su homólogo estadounidense, Donald Trump, continuar con su apoyo a las políticas de deportaciones de Estados Unidos para combatir el «crimen y el terrorismo».
En un encuentro en la Casa Blanca, el principal tema de conversación fue la lucha contra la delincuencia y las recientes deportaciones de presuntos miembros de las bandas criminales MS-13 y el Tren de Aragua a El Salvador.
Trump agradeció al mandatario salvadoreño por aceptar la expulsión de migrantes acusados de terrorismo y por permitir el uso de una prisión de máxima seguridad de su país para la reclusión.
“Teníamos gente estúpida al mando de este país, y puedo decir que lo que nos hicieron en la frontera jamás debe ni podrá olvidarse. Es un pecado lo que hicieron, y ustedes nos están ayudando. Se lo agradecemos”, afirmó el mandatario.
Por su parte, Bukele dijo a su homólogo que Estados Unidos tiene un problema “con el crimen y el terrorismo” y que su país está deseando ayudar.
“Por supuesto que no voy a hacerlo. ¿Cómo voy a enviar a un terrorista a Estados Unidos?”, declaró el presidente salvadoreño en el Despacho Oval.
Días atrás, un tribunal ordenó a la administración Trump que facilite el regreso de Ábrego, sin embargo, la administración Trump se ha mostrado firme en su decisión de mantenerlo preso en El Salvador.
El 15 de marzo, la Administración Trump activó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para deportar al Cecot a 238 venezolanos y 23 salvadoreños, incluidos Kilmar Ábrego García.
El acuerdo entre ambos países incluye una prestación de 6 millones de dólares por parte del Gobierno estadounidense, aunque los detalles del contrato no se han divulgado. A cambio, El Salvador autorizó el uso del Cecot para albergar a migrantes expulsados.
Durante el encuentro en Washington, Trump aseguró que su Gobierno continuará tomando medidas “decisivas” para expulsar a individuos sospechosos de representar una amenaza a la seguridad nacional, sin importar su estatus migratorio o el país de origen».
El presidente salvadoreño llegó a EEUU el sábado a la base aérea Andrews, en Maryland, sin que su salida del país o su agenda oficial fueran comunicadas.
El mandatario salvadoreño ha sido el primer líder latinoamericano recibido en la Casa Blanca desde que Trump asumió su segundo mandato. Ambos ya se reunieron previamente el 20 de enero, antes de la toma de posesión de Trump, en su residencia privada de Mar-a-Lago, Florida.
T: Agencias