
El canciller alemán, Olaf Scholz, perdió este lunes el voto de confianza en el Parlamento y el país tendrá elecciones legislativas anticipadas en febrero.
Ya era previsible que el líder del país no superaría la medida, ya que no cuenta con mayoría en el Legislativo tras la ruptura de su Gobierno tras el estallido de la alianza entre socialdemócratas (SPD), ecologistas y liberales (FDP) que gobernaba el país desde 2021.
La moción de confianza presentada por el propio Scholz ante el Bundestag el pasado 11 de diciembre, la Cámara baja del Parlamento, fue rechazada por 394 legisladores, frente a 207 que la respaldaron, en tanto que 116 se abstuvieron.
Según la legislación alemana, tras la aprobación de una moción de este tipo, las elecciones deben ser convocadas para los dos meses siguientes, por lo que ya están previstas para el 23 de febrero de 2025,siete meses antes de lo que dictaba el calendario oficial.
No obstante y mirando hacia el futuro, durante su discurso ante la Cámara, Scholz pidió la confianza, no a los diputados del Parlamento, sino a los ciudadanos de cara a las elecciones, con el fin de apostar por una política con «madurez moral», «decencia», «sensatez» y «seriedad», tanto para reactivar la economía como para lograr la paz en Ucrania y evitar los extremismos.
«Yo les pido hoy, estimados ciudadanos y estimadas ciudadanas, su confianza y su apoyo», recalcó Scholz durante un discurso más de campaña y con ataques a sus rivales políticos ante la Cámara Baja.
La sesión en el Bundestag se inició las 13 hora local y comenzó con una declaración de Scholz que defendió que Alemania necesita “masivas inversiones”, especialmente en materia de defensa, y después dará paso a un debate.
Para garantizar el avance de la moción, los Verdes se comprometieron a abstenerse, después de que el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) amenazara con descarrilar el proceso votando a favor de Scholz.
Después de la Segunda Guerra Mundial, sólo cuatro jefes del gobierno han presentado mociones de confianza, con el objetivo de convocar elecciones.
Poco después, el canciller llegó al castillo Bellevue de Berlín para reunirse con el presidente de la República, Frank-Walter Steinmeier, como exige el procedimiento, para pedirle la disolución de la Cámara de Diputados, para lo que tiene un plazo de 21 días. El presidente afirmó que actuará en consecuencia tras la votación de este lunes.
La coalición liderada por Olaf Scholz colapsó el 6 de noviembre, después de la destitución de Christian Lindner como ministro de Finanzas.
La salida del gobierno de este político de la formación liberal FDP por diferencias sobre el presupuesto, dejó a Scholz en minoría en el Bundestag, por lo que cualquier iniciativa legislativa quedó paralizada.
Esta crisis fue el desenlace de meses de disputas entre los tres partidos de gobierno sobre la política económica, cuestiones como la migración y enfrentamientos personales.
Finalmente, las diferencias sobre el plan presupuestario para 2025, que debían ultimarse en noviembre terminaron de lastrar a esta alianza.
El canciller alemán instó este lunes a los legisladores a trabajar juntos en el tiempo restante antes de las votaciones para aprobar medidas que aún están en la agenda.
T: Agencias