
La Campaña Venezuela Libre de Transgénicos, la red de prosumidores de la Feria Conuquera Agroecológica y la Red Pueblo a Pueblo, se suman a la jornada global contra Monsanto, Bayer y Syngenta, donde estarán disertando sobre la situación actual en torno al avance del agronegocio en el continente sudamericano.
Militantes, investigadores, artistas, cultores y cultoras, productoras y productores entre otros, se reunieron en la Plaza Los Museos de Bellas Artes, para alertar sobre los transgénicos y los riesgos que implican para la salud y para la soberanía alimentaria.
Les acompañaron miembros del Movimiento Sin Tierra de Brasil, quienes compartieron su análisis sobre la situación del agronegocio y transgénicos en el país, en el contexto post pandemia.
En ese sentido, los activistas promueven la defensa de la Ley venezolana de Semillas, única ley abiertamente antitransgénicos y antipatente que otorga al Poder Popular las herramientas necesarias para defender la soberanía alimentarias.
Este movimiento popular venezolano recuerda el objeto de la Ley de Semillas, sin perder de vista las recientes arremetidas de las trasnacionales y el agronegocio que monopolizan y colonizan la alimentación de los pueblos.
En el encuentro, estuvieron integrantes de los Oroductores Integrales del Páramo, quienes compartieron su experiencia en Mucuchíes y hablaron de la actual situación de la Comisión Nacional de Semillas.
Acordaron establecer una Escuela Itinerante para difundir los efectos del agronegocio y los transgénicos sobre la vida y la soberanía y la necesidad de activar las instancias del Poder Popular contempladas en la ley.
Además, continuarán convocando para concertar la representación popular ante la Comisión Nacional de Semillas, ente encargado de dar legítimida al Sistema Informal de Certificación de Semillas, en convivencia con el Sistema Formal.
En la Ley de Semillas venezolana se privilegia “la producción nacional de semillas, haciendo especial énfasis en la valoración de la semilla indígena, afrodescendiente, campesina y local, contraria a las patentes y derecho de obtentor sobre la semilla, prohibiendo la liberación, el uso, la multiplicación, la entrada al país y la producción nacional de semillas transgénicas con el fin de alcanzar y garantizar la seguridad y soberanía agroalimentaria, el derecho a una alimentación sana y nutritiva, la conservación y protección de la diversidad biológica…”.
T/NotaPrensa/LRDS