La controversia que se registra entre Venezuela y la Guayana Esequiba, siempre ha sido un conflicto entre la nación contra el imperialismo y en defensa del territorio que corresponde, legítimamente, a Venezuela.
Así lo indicó el diputado a la Asamblea Nacional (AN), por el estado Zulia, Juan Romero quien sostiene que «siempre se ha querido ver que es un conflicto entre Venezuela contra la frágil Guayana y no. Este es un conflicto de Venezuela contra el imperialismo, un conflicto que ratifica la defensa del territorio, de recuperar un espacio importante».
El parlamentario recalcó que, cuando se refiere a imperialismo, no es solamente Estados Unidos (EE.UU.), sino otras naciones que tienen interés en lo que aporta la Guayana Esequiba.
Citó el interés que mueve a los imperialismos colectivos, refiriéndose a EE.UU, Canadá, Francia, Alemania, que tienen intereses. «Ahí hay petróleo, gas, litio, un conjunto de elementos importantes, que lo convierten en un territorio apetecible», recalcó.
Laudo Arbitral de París
En este sentido, manifestó que, después de las investigaciones realizadas por el Gobierno de Venezuela, se detectó que el llamado Laudo Arbitral de París de 1899, fue un «elemento viciado», debido a que la nación suramericana jamás contó con alguna representación.
Venezuela no reconoce el Laudo Arbitral de París de 1899, instrumento con el cual el imperio de Reino Unido le arrebató el Esequibo mediante un fraude, muchas décadas antes al nacimiento de Guyana como Estado independiente.
Diplomacia de Paz
Hasta los momentos, la Comisión de la AN que se encarga de la lucha de la soberanía de Venezuela, se ha encargado de analizar los archivos y documentos que se conocieron recientemente, en donde, solo fortalecer el argumento del país.
Romero dijo que apuestan a la diplomacia de paz, pero d»efendemos nuestro territorio».
Tras años de protesta, la República Cooperativa de Guyana y Venezuela acordaron resolver el diferendo por la vía diplomática, tras lograr que fuera reconocido ese despojo territorial por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1962 y con la firma en 1966 al Acuerdo de Ginebra.
T/AVN/LRDS