Declaración final
Madrid, 25 de junio de 2022
PAZ 360º
Dentro de cuatro días la cumbre de la OTAN decidirá un nuevo concepto de seguridad para intervenir en 360º en cualquier parte del planeta, en cualquier lugar y en cualquier momento. La Federación Rusa y la República Popular China son señaladas como adversarios militares y, por primera vez, el sur aparece dentro de las capacidades de intervención de la Alianza que durante décadas de Guerra Fría no formó parte de la estrategia atlantista.
La nueva OTAN ha certificado que de norte a sur y de este a oeste, está dispuesta a intervenir fuera de los mandatos imperativos de la Carta de las Naciones Unidas como así hizo en Yugoslavia, Afganistán, Irak o Libia. Esa vulneración del derecho internacional, como también hemos visto en la invasión rusa a Ucrania, ha precipitado un mundo más inseguro y militarizado.
El señalamiento hacia el sur significará aumentar las capacidades de las bases militares norteamericanas desplegadas en el Mediterráneo; en el caso de España, en las bases de Rota y Morón.
La OTAN 360º se convierte en una amenaza para la paz, en un obstáculo para avanzar hacia una seguridad compartida y desmilitarizada, en el antagonismo frente a la verdadera seguridad humana que dé respuesta a las inseguridades de la mayoría de la población del planeta: el hambre, la enfermedad, la desigualdad, el desempleo, la falta de servicios públicos, la acaparación de la tierra y riqueza o la crisis climática.
La OTAN 360º propugna el aumento del gasto militar hasta un 2% del PIB, no renuncia al uso del arma nuclear y, por tanto, alienta la proliferación del arma de destrucción masiva por excelencia. Más armas en el mundo implican más guerras, como es fácil deducir. La historia nos enseña que quien puede imponer por la fuerza sus ideas no lo va a intentar por otros medios. Esta nueva ampliación es una nueva expresión de la respuesta autoritaria y colonial a la crisis ecosocial y es que las guerras han servido también para expropiar recursos mediante la violencia. Primero fueron los combustibles fósiles y ahora los minerales para la transición
energética.
Nuestra cumbre alternativa, la Cumbre por la Paz, contra la OTAN y contra las guerras, ha concluido a través de los diferentes debates que es posible, y es nuestra obligación como especie humana, construir y defender la paz 360º, de norte a sur, de este a oeste. Ello implica renunciar al militarismo como forma de encarar los conflictos.
Sobre la base del acta final de Helsinki, la Carta de París y la Carta de las Naciones Unidas, nos comprometemos en la construcción de un nuevo modelo de seguridad basado en la Seguridad Compartida, desmilitarizada, en transición hacia el punto cero de armamento, libre de armas de destrucción masiva y sin bases norteamericanas desplegadas por todo el mundo. Queremos construir una seguridad humana que ponga en el centro el cumplimiento efectivo del ejercicio de los derechos humanos.
La Paz 360º se convierte en un imperativo para todo el movimiento pacifista mundial comprometido en la prevención diplomática de los conflictos, en el desarme, en la desnuclearización, contra las guerras y por la paz. En la desmilitarización de las sociedades, en suma.
¡De norte a sur, de este a oeste, frente a las guerras, la paz!
¡OTAN, NO!
¡Bases fuera!