
El partido prooccidental que gobierna Moldavia ganó de manera decisiva una mayoría parlamentaria, derrotando a los grupos prorrusos en unos comicios que estaban ampliamente considerados como una decisión geopolítica entre un camino hacia la Unión Europea o un regreso a la órbita de Moscú.
Los datos electorales revelados este lunes mostraron que el Partido de Acción y Solidaridad proUE, o PAS, obtuvo el 50,1% de los votos, mientras que el Bloque Electoral Patriótico prorruso obtuvo el 24,2%. El Bloque Alternativa, favorable a Rusia, quedó en tercer lugar, seguido por el populista Nuestro Partido. El partido de derecha Democracia en Casa también obtuvo suficientes votos para entrar al parlamento.
La tensa votación del domingo enfrentó al gobernante PAS contra varios oponentes favorables a Rusia, pero sin socios proeuropeos viables. Los datos electorales indican que el partido tendrá una clara mayoría de aproximadamente 55 de los 101 escaños en la legislatura.
Moldavia es un país sin salida al mar situado entre la Ucrania devastada por la guerra y Rumania, un miembro de la Unión Europea. Fue una república soviética hasta que proclamó su independencia en 1991, y en los últimos años ha tomado un camino claro hacia Occidente, convirtiendo al país en un campo de batalla geopolítico entre Rusia y Europa.
En la sede de campaña del PAS en la capital, Chisináu, el líder del partido, Igor Grosu, describió la elección el lunes por la mañana como otra batalla contra “enemigos de nuestro país que una vez parecían imposibles de derrotar”, diciendo que la carrera fue una “batalla final por el futuro”.
“No solo fue el PAS el que ganó estas elecciones, fue el pueblo quien ganó”, dijo. “La Federación Rusa lanzó a la batalla todo lo que tenía de más vil: montañas de dinero, montañas de mentiras, montañas de ilegalidades. Usó criminales para intentar convertir a todo nuestro país en un refugio para el crimen. Llenó todo de odio”.
“Sabemos y entendemos que muchos no votaron por el partido, sino por el futuro europeo del país y para proteger al país de una mayoría prorrusa”, añadió.
El resultado de la votación del domingo fue notable considerando las repetidas afirmaciones de las autoridades moldavas de que Rusia estaba llevando a cabo una vasta “guerra híbrida” para intentar influir en el resultado y tomar el poder en Chisináu. Moldavia solicitó unirse a la UE en 2022 tras la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, y se le concedió el estatus de candidato ese año. Bruselas acordó abrir negociaciones de adhesión el año pasado.
Por su parte, Igor Dodon, expresidente y miembro del Bloque Electoral Patriótico prorruso, convocó una protesta frente al edificio del Parlamento el lunes tras alegar, sin presentar pruebas, que el gobernante PAS intervino en la votación.
La policía advirtió el lunes que tenían información de que se había “prometido dinero” a la gente para asistir a una protesta anunciada para el lunes y advirtió a la población que no saliera a las calles.
Después de una elección legislativa, el presidente de Moldavia nombra a un primer ministro, generalmente del partido o bloque líder, que luego puede intentar formar un nuevo gobierno. El gobierno propuesto necesita la aprobación parlamentaria.
Es probable que la presidenta, Maia Sandu, quien fundó el PAS en 2016, opte por cierta continuidad al nominar al primer ministro prooccidental Dorin Recean, un economista que ha guiado al gobierno de Moldavia a través de múltiples crisis desde 2023. Recean también ha servido previamente como asesor de defensa y seguridad de Sandu.
T: Agencias
Moldavia celebra elecciones parlamentarias vitales en medio de represión a la oposición