
La Asamblea Nacional de Francia confirmó que este miércoles analizará las mociones de censura que previsiblemente derribarán el Gobierno de Michel Barnier.
En un primer momento el pleno de la cámara baja debatirá la presentada por la alianza de izquierdas, que es la que más opciones tiene de prosperar, puesto que la ultraderechista Marine Le Pen anunció que la apoyaría.
Tanto esa como una segunda que presentó por su parte el propio partido de Le Pen fueron interpuestas el lunes, minutos después de que Barnier, que carece de una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, adoptara sin voto parlamentario el proyecto de ley de presupuestos de la Seguridad Social para 2025.
El mecanismo constitucional que le permite hacerlo, el artículo 49.3, le expone también a que la oposición le presente una moción de censura.
El primer ministro «se enfrentará este miércoles tanto a la deshonra como a la censura»», dijo Mathilde Panot, la jefa parlamentaria de la Francia Insumisa.
La Agrupación Nacional (RN, extrema derecha), el partido que más diputados tiene en el Parlamento, indicó que apoyará una moción de la izquierda y que presentará una propia.
El RN «votará la censura» del gobierno de Barnier, nombrado en septiembre por el presidente de centroderecha francés, Emmanuel Macron, indicó el grupo en la red social X.
La adopción de una moción de censura en Francia necesita los votos de al menos 288 diputados.
Barnier cuenta con el respaldo de unos 211 diputados -los macronistas, centristas y conservadores- en una cámara de 577 escaños, frente a los 193 de la alianza de izquierdas y los 140 de la extrema derecha, lo que hace casi segura la caída del Ejecutivo menos de tres meses después de su nombramiento como primer ministro.
Desde la instauración de la actual constitución, tras la Segunda Guerra Mundial, se han presentado 149 mociones de censura en Francia, pero solo una logró derribar al Ejecutivo: la que en 1962 acabó con el Gobierno de Georges Pompidou.
Sesenta y cinco de esas mociones fueron después de que el Gobierno comprometiera su continuidad para hacer avanzar un texto sin voto parlamentario, tal y como ahora ha hecho Barnier.
El gobierno de Barnier sería también el más corto de la V República francesa, que nació en 1958.
La segunda economía de la Unión Europea se encuentra sumida en una crisis política desde que Macron decidiera en junio adelantar las elecciones legislativas previstas en 2027, lo cual generó un hemiciclo sin mayorías claras.
Algunas voces, incluso desde la derecha gobernante con Macron, consideran que la única salida sería entonces la dimisión del presidente, cuyo mandato termina en 2027.
En los últimos días, el gobierno advirtió de la posibilidad de que se produzca una «tormenta» económica en caso de una moción de censura.
El proceso de adopción de presupuestos es complejo en Francia y la votación del lunes fue la primera de una larga serie hasta mediados de diciembre.
A días de su designación Brenier enfrentó su primera moción de censura en el Parlamento impulsada por la coalición de izquierda y la cual no prosperó gracias a la abstención de los representantes de Agrupación Nacional de Marine Le Pen.
T: Agencias