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Enfermedad del “Corazón Roto” en Covid-19

La enfermedad de “Corazón Roto” o “Síndrome de Takotsubo”, es una entidad cardiovascular que se reconoce por simular un infarto agudo del miocardio, que revierte en horas, días o meses. Esta entidad ha representado el 2% de los síndromes coronarios agudos, pero se dice que se ha incrementado en Pandemia por los menos 4,2 veces su incidencia.

Es una afección cardíaca temporal causada por situaciones de estrés psicológico o fisiológico, que ocurre mayormente en el sexo femenino entre las edades 50 y 70 años, no obstante, también se asocia a situaciones de estrés laboral, noticias como el fallecimiento de un ser querido o una noticia impactante.

Enfermedad del “Corazón Roto” en Covid-19
La principal causa de esta enfermedad es el estrés psicológico y fisiológico

 

Este síndrome puede presentarse con dolor torácico de aparición brusca,  los médicos llegan a pensar que el paciente presenta un infarto, pueden llegarse a elevar los biomarcadores cardíacos e incluso el electrocardiograma, sólo con una angiografía de grandes vasos sanguíneos se puede evidenciar que estamos frente a este tipo de síndrome.

Existen dos vías por las que puede llegarse a este síndrome en Covid-19, es más común la enfermedad de “corazón roto” en un paciente que sospecha tener Covid-19 y que la PCR está negativa que los pacientes positivos para Coronavirus. Esto se debe a los niveles de estrés y ansiedad que produce la incertidumbre y la “infodemia”, fenómeno informativo que ha producido el contexto de la Pandemia, por alto consumo de información al respecto.

Enfermedad del “Corazón Roto” en Covid-19
El síndrome del Corazón Roto puede afectar tanto a pacientes con prueba PCR negativa o positiva

Los pacientes con diagnóstico positivo de Covid-19 pueden cursar también síndrome de Takotsubo, debido a que la tormenta de citoquinas incrementa el estrés fisiológico sumando al estrés psicológico que puede incidir también tras el paciente enterarse de su enfermedad.

Las recomendaciones al respecto deben estar asociadas en apoyarse en los grupos sociales afectivos, el distanciamiento debe ser físico y acercarnos socialmente, debido a que lo afectivo puede contrarrestar el estrés psicológico. El otro elemento es disminuir el consumo de información sobre lo que está afectando su estrés, sobre todo información acerca de la pandemia. Se debe acompañar a las personas en las que identifiquemos ansiedad y estrés, pues no sólo está el peligro de cursar con enfermedad de “corazón roto” sino también complicar las enfermedades preexistentes aún más si son de origen cardiovascular o metabólico. Hacer ejercicios sin mucho esfuerzo, realizar actividades de distracción, estar conectados con grupos afectivos como familia y amigos, alimentarse sano y dormir las horas suficientes.

 

Por.- Dr. Ricardo León

Especialista en Medicina Interna e Investigador

(OSIMAVEN)

 

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