
El Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas expresó su más profunda preocupación por la continua escalada de tensiones en el Caribe, tal como se desprende del aumento de la concentración militar de recursos navales y aéreos estadounidenses en la región, en el marco de lo que ahora se ha denominado como la “Operación Lanza del Sur”, que «engloba una fuerza conjunta que no se había visto en la región desde la invasión de Panamá, en 1989».
A través de un comunicado, publicado por el canciller venezolano Yván Gil, los Estados Miembros del Grupo señalan que estas acciones «agresivas», unidas a los «ejercicios militares» en curso a pocos kilómetros de Venezuela, «representa una severa y provocadora escalada en la ya alarmante acumulación y en las maniobras hostiles del poderío militar estadounidense en América Latina y el Caribe».
En el texto recuerdan que la amenaza del uso de la fuerza está expresamente prohibida por el Artículo 2.4 de la Carta de las Naciones Unidas.
«En este contexto, observamos que la combinación de un despliegue militar masivo, unido a amenazas explícitas y a la fabricación de pretextos legales, mediante mentiras y desinformación, crea un entorno de coerción e intimidación que, en sí mismo, se constituye tanto en una clara violación de la letra y el espíritu mismos de la Carta de las Naciones Unidas, como en una flagrante amenaza para la paz y la seguridad regionales e internacionales», advierten.
El Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas, además, observa con «grave preocupación» la reciente revelación de un memorando clasificado del Departamento de Justicia de los Estados Unidos de América, el 14 de noviembre de 2025, a través del cual se pretende crear un pretexto legal para perpetrar una agresión militar contra Venezuela, enmarcando falsamente el fentanilo como una «amenaza potencial de armas químicas».
«Esta cínica manipulación, diseñada para justificar el uso unilateral de la fuerza, bajo la falsa bandera de la lucha contra la proliferación, es un eco descarnado y peligroso de las narrativas fabricadas que fueron utilizadas para justificar guerras de agresión pasadas, como las inexistentes armas de destrucción masiva en Iraq. El intento de imponer a Venezuela una narrativa de amenaza de armas químicas, de la que no existe prueba alguna, constituye una fabricación deliberada de un conflicto y una clara señal de intención hostil», denuncian.
Asimismo, expresaron su condena en términos más enérgicos a las amenazas de los más altos niveles del gobierno de los Estados Unidos de América contra Venezuela y reiteran su inquebrantable solidaridad con el Pueblo y Gobierno venezolano, al tiempo que reafirman su derecho inalienable a determinar libremente su propio sistema político, económico y social, libre de injerencia externa, subversión, coerción o amenaza de agresión militar.
Ante la situación, los países miembros del Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas hace un llamado urgente al gobierno de los Estados Unidos de América a que:
a. Desista de todas las acciones encubiertas y abiertas destinadas a desestabilizar y avanzar políticas de «cambio de régimen» en la República Bolivariana de Venezuela.
b. Cese inmediatamente sus amenazas de uso de la fuerza y sus acciones hostiles, incluidos los continuos ataques aéreos contra pequeñas embarcaciones de pescadores, tanto en el Caribe como en el Pacífico, y que hasta la fecha han resultado en la ejecución extrajudicial de más de 76 civiles.
c. Retirar inmediatamente todos los activos militares amenazantes de las inmediaciones de la República Bolivariana de Venezuela y de la región del Caribe como un todo.
d. Desista inmediatamente de fabricar falsos pretextos para un conflicto directo con la República Bolivariana de Venezuela, incluso a través del recurso a acusaciones falsas sobre la lucha contra la proliferación y el narcotráfico o a su participación en un supuesto «conflicto armado no internacional».
e. Reafirme públicamente su compromiso con los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, incluyendo la igualdad soberana de los Estados y la no intervención en sus asuntos internos.
Igualmente, llaman a la comunidad internacional para que defiendan la Carta de las Naciones Unidas y rechacen todos y cada uno de los intentos de justificar el uso o la amenaza del uso de la fuerza mediante pretextos fabricados, doctrinas anacrónicas o reivindicaciones de excepcionalísimo jurídico inexistente.
«Debemos actuar colectivamente para preservar América Latina y el Caribe como una «Zona de Paz» y evitar otro conflicto basado en mentiras, como parte de las guerras sin fin de los Estados Unidos de América», señalaron.
T: LRDS








