El período de entrega de las candidaturas para las elecciones legislativas del 30 de junio en Francia comenzó este miércoles con su cierre el domingo, en un contexto de seísmo político por la disolución de la Asamblea Nacional, por parte del presidente Enmanuel Macron tras el amplio triunfo del partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN) en las europeas celebradas el pasado domingo.
De momento se perfilan tres grandes sectores en disputa por la mayoría absoluta en el Palacio Borbón (289 de sus 577 diputados), con la que el oficialismo aspira a resarcirse del duro revés sufrido en las europeas y RN y la izquierda pretenden reclamar el derecho a gobernar.
La víspera causó sorpresa y también polémica el anuncio del presidente del partido conservador Los Republicanos, Éric Ciotti, de unirse a la extrema derecha liderada por Marine Le Pen en las legislativas, una decisión que sacudió a la derecha tradicional, con algunas de sus figuras que fustigaron a Ciotti, incluso con pedidos de dimisión.
Por su parte, RN prometió a los conservadores apoyar sus candidaturas en decenas de circunscripciones.
Otra coalición que toma forma, incluso ya se logró un acuerdo de principio, es la integrada por las principales fuerzas de la izquierda: los socialistas, los insumisos, los ecologistas y los comunistas, desde las cuales se aboga por la creación de un Frente Popular con la mira en la cita en las urnas del 30 de junio.
El objetivo declarado de este bloque es representar una alternativa de poder frente a las políticas de Macron y frenar el avance de la extrema derecha, la favorita en las legislativas tras su triunfo categórico en las europeas, en las que consiguió un 31,4 por ciento de los votos, más del doble de los logrados por el gobernante Renacimiento (14,6).
De materializarse estas dos alianzas, el oficialismo estaría en serios problemas y le resultaría casi imposible conseguir el respiro de la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, ventaja que ya perdió en las parlamentarias del 2022.
Pase lo que pase el 30 de junio en la primera ronda, y el 7 de julio en la segunda, el presidente Macron descartó renunciar a su puesto, esgrimiendo el mandato constitucional que lo ampara.
Sin embargo, voces dentro del propio oficialismo, como la del ministro de Economía, Bruno Le Maire, reconocen que la ausencia de una mayoría absoluta en la cámara baja provocaría “una crisis de régimen”.
La culminación el domingo del registro de las candidaturas dará paso el lunes al inicio de la campaña electoral para las legislativas, en las que volverán a estar convocados a las urnas 49 millones 500 mil franceses.
Este miércoles, Macron defendió la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria a elecciones legislativas como la única vía de clarificar la situación del país ante lo que calificó de los “dos extremos”.
«La disolución permitirá clarificar las cosas, hubiese sido irresponsable actuar como si nada pasara», dijo en el recinto de eventos Pabellón Cambon Capucines, donde aseguró reaccionar al mensaje de malestar que expresaron los franceses en las urnas.
Al respecto, recordó que casi la mitad de los sufragios fueron a parar a los extremos, en alusión al 31,4 por ciento de RN, al 5,5 de la ultraderechista Reconquista y al 9,9 de la Francia Insumisa (LFI), a la que consideró la extrema izquierda.
A su juicio, las legislativas convocadas para el 30 de junio, con la segunda ronda una semana después, responderán a la pregunta de qué gobierno quieren los franceses, asumiendo que la propuesta republicana y democrática es la de su campo.
Macron aseveró que no quiere abrir las puertas del poder a la extrema derecha en las presidenciales del 2027, pero un sector del país lo acusa de propiciar el avance de los nacionalistas con sus políticas desencadenantes de la cólera social, en temas como la jubilación y el desempleo.
Entre sus propuestas para desenredar la crisis política en curso y para enamorar al electorado a solo 18 días de los comicios, mencionó el objetivo de “restablecer la autoridad republicana a todos los niveles”, con una actuación firme contra la inseguridad, el combate a la inmigración ilegal y la seriedad presupuestaria.
Asimismo, ratificó el compromiso con la construcción de ocho nuevos reactores nucleares, la protección de los niños del efecto negativo de las pantallas (Internet y las redes sociales) y mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores.
El presidente invitó al campo oficialista de cara a las legislativas a quienes dijeron no a «los extremos», a las propuestas socialdemócratas y a la derecha heredera del general Charles de Gaulle.
«Confío en Francia y en su futuro», culminó el mandatario.
T: Prensa Latina/LRDS