
El ministro del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, Iván Gil, aseguró que EEUU intenta minimizar el papel de Venezuela en la ecuación energética mundial.
«Al país que tiene las mayores reservas de energía del planeta se le trata de imponer reglas para dirigir este potencial hacia un determinado sector, en esta guerra comercial global», expresó este lunes en una entrevista concedida al programa radial Cable a Tierra.
En ese sentido, aseguró que pese a las incesantes sanciones que enfrenta Venezuela, el país cuenta con un amplio número de empresas internacionales interesadas en invertir en su sector comercial y energético.
Señaló que el país está alineado con el equilibrio del mundo, con alianzas estratégicas del nuevo mundo «que se levanta en la lucha contra las acciones y agresiones corporativas que quieren imponer Estados Unidos».
Con respecto a las relaciones internacionales señaló que «los tiempo que corren parecen enfrentar una crisis global en materia de derechos y diplomacia, agregando que las razones se deben a los factores de poderes hegemónicos y sus constantes abusos».
Gil destacó que el mundo inicia una etapa que avanza tras la crisis de la globalización. «Después de la Segunda Guerra Mundial, el mundo diseñó un nuevo orden determinado y con la creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), es un ejemplo de los organismos que están llenos de fascismo», aseveró. Asimismo, resaltó que esta crisis hegemonista con sus aliados ha causado heridas en el sistema internacional y «pareciera que está entrando en una crisis que comienza a desdibujarse en el tema económico».
«Con el Comandante Hugo Chávez, Venezuela inició alianzas a nivel internacional y geopolítica y solo él fue capaz de dibujar este escenario y vio la necesidad del primer mundo multicéntrico», aseveró el Canciller, en el que exaltó que «somos el mejor país preparado en esta región porque no solo enfrentamos los embates, sino que creamos políticas equilibradas en el mundo, con soberanía plena en el área tecnológica, científica y comercial, que nos permite enfrentar la tormenta que el mundo atraviesa».
EEUU «está perdiendo la batalla de la hegemonía con el desarrollo de la innovación científica y tecnológica de Rusia y China y de todos sus aliados», en el que Venezuela forma parte con las alianzas estratégicas que a lo largo de los 25 años se ha consolidado con todos los países unidos por un mundo multicéntrico y que «la nación va creciendo y en este momento se encuentra en la vía a la prosperidad».
El canciller Gil explicó que la geopolítica hoy luce complicada y es propia de los tiempos de transformación y abre una esperanza con las fuerzas emergentes y ejemplo de eso es China y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) «nos permitió ir preparándonos desde los escenarios de los movimientos sociales y vacunarnos con soberanía en el que nadie podrá eclipsar el papel de Venezuela en materia energética».
Expresó que hoy se puede ver la muerte anunciada de un sistema, donde se observa que «desde el capitalismo no es viable y va en crisis sucesivas que va a colapsar y es el reflejo de que estamos entrando en una guerra económica contra la globalización que es producto de una política del engaño de EEUU». Esto también da una mirada a que el mundo entro en una guerra arancelaria.
Además, manifestó que los resultados 20 años después del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) se convirtieron en una propuesta con destino inexorable de «fracaso a la trampa que ofrecieron con este sistema».
Ñáñez: La política de aranceles de EEUU reflejan su debilidad
Por su parte, el vicepresidente sectorial de Comunicación y Cultura, Freddy Ñáñez, desde su programa Cable a Tierra, refirió que «los aranceles de Estados Unidos impuestos contra otras naciones, incluidos los recientemente colocados contra Venezuela, reflejan una creciente debilidad ante la comunidad internacional, ya que tales medidas evidencian su pérdida de hegemonía y proyección internacional de poder».
«Estas amenazas arancelarias en lugar de verse como un acto de fortaleza, pareciera un acto de debilidad», expresó Ñáñez, ya que según su criterio eso denota que Washington está «perdiendo hegemonía y capacidad de dominación fuera de su territorio», puntualizó.
Asimismo, cuestionó seriamente la viabilidad de una guerra arancelaria para el mundo y los Estados Unidos en cuestión, al recordar que la base de consumidores del pueblo estadounidense figurará entre los principales afectados. «¿Qué tan rentable es aplicar un 25% de aranceles a los productos que llegan a Estados Unidos, sabiendo que quiénes van a pagar eso serán los consumidores, el pueblo?», planteó.
Las acciones del gobierno estadounidense evidencian que se «cae la falacia de que el mercado se regula solo», y que la dinámica comercial global permitió el ascenso de China como nueva potencia mundial, a pesar de que esta nación adoptó las reglas del mercado globalizado, sin acatar la visión liberal de occidente de individualismo exacerbado, además de la percepción occidental de democracia.
«Mantuvo su cultura, su identidad y sus estructuras políticas, como un modelo de equilibrio social, de gobernanza social y a un Estado que invertía en el propio mercado que protegía el desarrollo tecnológico y que dio como resultado entonces una gran potencia», acotó.
Ñáñez acotó que «lo que está en crisis es un modelo civilizatorio, y ese modelo civilizatorio hoy plantea un desafío para la humanidad; retrocedemos a los tiempos más oscuros, o bien aprovechamos esta crisis para construir verdaderamente un mundo basado en valores, respeto, cooperación y por supuesto en las libertades que tanto se abrogaron las democracias liberales occidentales y que hoy están en entredicho».
El también ministro de Comunicación rememoró la lucha del país contra las injerencias estadounidenses, incluido el segundo período de Barack Obama; el primero de Donald Trump; el primero de Joe Biden y el actual segundo mandato de Trump. «Los gobiernos han sido cambios de nombre y de estilos de declaración, pero de fondo nos enfrentamos a una guerra cruel en todos los ámbitos, económico, político, diplomático, cultural y también en lo que es una guerra asimétrica«, argumentó.
Aparte, Venezuela enfrentó intentos de invasión, magnicidio, medidas coercitivas unilaterales y golpes de Estado; no obstante, «se mantiene en pie», celebró Ñáñez.
«Tuvimos que entender a fondo esta crisis de la globalización para pensar en una alternativa», añadió, lo cual se refleja en iniciativas como la reciente reunión de cancilleres de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestramérica (ALBA-TCP).
T: VTV/Mazo