Justicia filipina bloquea destitución de vicepresidenta Duterte
El Tribunal Supremo declaró nulo el proceso al determinar que las acciones de la cámara baja del Congreso fueron inconstitucionales

El Tribunal Supremo de Filipinas declaró este viernes, por unanimidad, nulo el proceso de destitución contra la vicepresidenta del país, Sara Duterte, al determinar que las acciones de la cámara baja del Congreso fueron inconstitucionales, afirmó la portavoz del máximo organismo judicial del archipiélago, Camille Ting.
El Supremo consideró, dando la razón a Duterte, que la cámara baja violó la norma constitucional que impide presentar más de un proceso de destitución contra un oficial en el plazo de un año.
Grupos de la sociedad civil, opositores y religiosos presentaron tres procesos de destitución separados en diciembre del año pasado, acusando a la vicepresidenta de corrupción y uso indebido de fondos reservados. Sin embargo, la Cámara de Representantes finalmente aprobó el 5 de febrero un cuarto texto presentado por congresistas.
«La Cámara no actuó en las tres primeras quejas, que fueron archivadas», subrayó Ting, por lo que violó la Constitución.
«El Tribunal ha dicho que no absuelve a la vicepresidenta Duterte de ninguno de los cargos que se le imputan, pero que cualquier denuncia de destitución posterior solo podrá presentarse a partir del 6 de febrero de 2026″, afirmó.
Duterte fue acusada de corrupción y de amasar una riqueza inexplicable en función de su salario, además de utilizar de forma indebida 612 millones de pesos (casi 11 millones de dólares) procedentes de fondos reservados tanto de la oficina de la vicepresidenta como del Departamento de Educación, del que era titular hasta que dimitió hace un año.
La vicepresidenta, cuyo cargo es elegido directamente en las urnas, se jugaba su futuro político en la decisión del tribunal, ya que de ser declarada culpable durante un juicio político ante el Senado, se vería inhabilitada en la función pública de por vida y tampoco podría presentarse como candidata a las elecciones presidenciales de 2028.
El proceso de destitución y la disputa abierta entre la hija del expresidente Rodrigo Duterte, encarcelado en La Haya a la espera de ser juzgado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes contra la humanidad, y el presidente, Ferdinand Marcos Jr., ha dominado desde hace meses la política filipina, mientras el mandatario insiste en que se encuentra al margen del proceso a pesar de que fue lanzado por sus aliados.
La portavoz citó la decisión unánime del tribunal diciendo: «Nuestra ley fundamental es clara: el fin no justifica los medios… existe una manera correcta de hacer lo correcto en el momento oportuno».
Por su parte, Duterte celebró la anulación de su proceso de destitución. La decisión este viernes del máximo organismo judicial del archipiélago «confirma lo que hemos sostenido desde el principio», indicó su equipo legal en un comunicado.
Mientras, el Senado dijo en un comunicado que reconoce la decisión del Tribunal Supremo, la Cámara de Representantes, que inició el proceso de destitución, se mostró mucho menos satisfecha con el resultado.
«La Cámara agotará todos los recursos para proteger la independencia del Congreso y preservar la santidad de nuestra función constitucional», indicó en un comunicado, después de advertir que «permitir la injerencia judicial en el inicio de este proceso» pone en riesgo el balance de poderes en Filipinas.
T: Agencias