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La automedicación o la medicalización de la vida: un problema cultural

La automedicación es un hecho cultural, que refiere a la acción de consumir fármacos o sustancias que pueden “sanar” o atenuar un síntoma o una enfermedad, que no sea prescrita por médicos o facultativos. Pero este fenómeno trasciende al hecho y la relación médico paciente, en este caso, trasciende al hecho de que una persona que esté atravesando una “enfermedad” diagnosticada o no, consuma medicamentos para intentar erradicarla.

La automedicación es parte del hecho socio histórico que soporta al complejo médico Industrial y a la industria farmacéutica, esto hecho es “la medicalización de la vida”, que no es más que una herramienta hegemónica para mantener control del mercado, desde una visión asistencialista y curativa de la Salud, basada sólo en la enfermedad y la “cura”, que en este caso, conviene al mercado, a mayor prescripción de medicamentos, mayor demanda, a mayor demanda mayor debe ser la capacidad de producción instalada de la Industria, a su vez mayor ganancia. Esta es la lógica de la medicalización, que basa sus “principios” en la sociedad de consumo, en promocionarlo y en evitar que este sea vulnerado por soluciones reales.

En este contexto, el sistema-mundo (wallerstein) tiene en su metabolismo social la lógica de la mercantilización de la vida, pues en la medicina, “le medicalización de la vida” es la expresión de esta categoría, que no más que el más absurdo afán de lucro. Para esto utilizan sumas de grandes recursos financieros e ideológicos, al tener la artillería pesada de los medios de comunicación al servicio de la medicalización. Al final el sistema, termina “inconscientemente”, pero de manera muy premeditada, haciendo culpables a las personas, porque han ocasionado que se llegue a la “automedicación”, dicho fenómeno ocurre, por la promoción exagerada del “miedo” a las enfermedades, la infoxicación y la dependencia que han creado de los medicamentos. Además a este fenómeno podemos agregar, los sistemas de salud cada día más fragmentados y las consultas cada vez más inaccesibles para la población, por el hecho no sólo de la fragmentación, sino de los costos de los servicios y lo exámenes complementarios.

Es indudable que la automedicación existe, pero es producto de la medicalización de la vida, que es quien pone realmente en peligro de extinción la vida del Plantea, puesto que el grave problema es que mientras la medicalización avanza, se promueve la sobre producción de fármacos, la contaminación del planeta, y se vulnera la economía familiar. Una bola de nieve que sólo se detendrá si cambiamos el modelo, de una Salud vista sólo desde la enfermedad y la mercantilización hacia una medicina social basada en los principios de cuidados integrales de la vida, donde podamos vivir en armonía con el Planeta y podamos vencer al monstruo que se traga todas las esperanzas: El sistema Mundo Capitalista.

La medicalización de la vida y la automedicación, nos pone en tiempos de Pandemia por Covid-19, en una encrucijada histórica, porque nos tiene acorralados, sin opciones, donde debemos infoxicarnos, consumir medicación “experimental”, esperar mil vacunas para intentar vencer al virus, mientras la Industria farmacéutica, creadora de la medicalización, nos pone a correr tras la “cura inoculada”, pero tras vestidores, ha acumulado las más grandes riquezas, que tan sólo al usar un tercio de lo que han acumulado, ya se fuera fabricado todas las vacunas necesarias para erradicar al virus causante no sólo de muertes por infección, sino por automedicación, falta de cuidados médicos por no existir el acceso a tiempo a los servicios de salud, por la improvisada carrera por la cura, y definitivamente por los sistemas de Salud desiguales que tenemos donde quien tiene más dinero es quien tiene mayor oportunidad de tener cuidados médicos.

Para erradicar la automedicación debemos cambiar de modelo, para eso no debe existir la medicalización de la vida,  tenemos entonces que hacer un cambio profundamente cultural, contra hegemónico y decolonial. Pero este no debe ser un hecho aislado, definitivamente debe ser tras un movimiento poderoso anti hegemónico y social, con profundo convencimiento de hacer más humana la humanidad.

Por: 

Dr. Ricardo León

Especialista en Medicina Interna e Investigador (OSIMAVEN).

 

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