
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, inició este martes un nuevo ciclo de consultas con los partidos para tratar de formar un nuevo gobierno, informó la oficina presidencial.
Macron se negó a nombrar un primer ministro de la alianza de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP), que incluye a La Francia Insumisa (LFI), los socialistas, los ecologistas y los comunistas, en nombre de la “estabilidad institucional”, al darse cuenta que se enfrentaría inmediatamente a una moción de censura en la Asamblea Nacional por parte de los demás partidos que le impediría actuar efectivamente.
Casi dos meses después de los comicios, Macron inició el viernes una ronda de consultas con los partidos y, en virtud de estas, consideró que «la estabilidad institucional» de Francia «impone no retener esta opción» de Castets, reza la declaración del Elíseo.
El Nuevo Frente Popular fue la lista que más diputados (193) logró en las elecciones legislativas del mes pasado, aunque lejos de la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional (289), por lo que reclama el derecho a proponer al primer ministro, en este caso a la economista Lucie Castets.
La izquierda acusa al presidente de ignorar el resultado de las urnas y de evitar la tradición republicana de designar en Matignon a un representante del bloque con más escaños en la Asamblea.
Por su parte, el mandatario esgrime que en las legislativas ninguna fuerza política puede declararse ganadora, ya que tres listas consiguieron más de un centenar de diputados, la izquierda, el oficialismo y la extrema derecha, todas bien lejos de la mayoría absoluta.
Socialistas y ecologistas expresaron su rechazo a participar en las consultas, lo que se une al plan del Elíseo de no convocar a la agrupación de izquierda La Francia Insumisa (LFI), decisión que generó denuncias y convocatorias a protestas desde las filas de la izquierda, que advirtieron con activar un proceso de destitución del presidente de la República, una iniciativa compleja y de escasas posibilidades de éxito, según los entendidos.
«Rechazo ser cómplice de una parodia de la democracia», afirmó el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, en una entrevista al canal France 2.
Por su parte la secretaria general del partido ecologista, Marine Tondelier, acusó a Emmanuel Macron de emprender «una deriva liberal» por rechazar entregar el Gobierno a La Francia Insumisa que es la agrupación política con más escaños en la Asamblea Nacional.
Tondelier anunció a medios franceses que convocarán a marchas y movilizaciones en acción de protesta, aunque recalcó que serán de carácter pacífico.
La socialista Lucie Castets reconoció su enfado, porque Macron convocó elecciones anticipadas sin consulta previa y más de un mes después «dice a los franceses que no sirvió para nada, que han votado mal».
Desde el Palacio del Elíseo, el Gobierno francés anunció la tarde del lunes que, tras el final de las consultas políticas con los principales partidos parlamentarios, Macron no nombraría a Castets y reanudaría las reuniones con las formaciones.
Sin embargo, fuentes del Elíseo precisaron que ni LFI y la ultraderecha de Marine Le Pen y sus aliados serían invitados a la nueva ronda.
El pequeño grupo parlamentario centrista LIOT abrió esta segunda ronda de conversaciones con partidos y “personalidades”, a la que también tienen previsto asistir los líderes del partido de derecha tradicional Los Republicanos (LR), aunque se desconoce la agenda precisa de contactos a diferencia de la primera ronda.
Aunque Macron asegura que su objetivo es que Francia «no quede bloqueado ni debilitado», de acuerdo con Reuters, su decisión sugiere que no hay un final inminente a la vista para la crisis política del país después de que el mandatario convocara elecciones anticipadas que dieron lugar a un Parlamento difícil de manejar.
Por su parte, los lideres de Agrupación Nacional, entre ellos Marine Le Pen, advirtieron que su partido bloqueará cualquier candidatura a primer ministro del NFP, al que calificaron como un «peligro» para el país.
Fuente cercana a Macron aseguran que el presidente considera que el equilibrio de poder está más en el centro o centro-derecha. Entre los posibles candidatos figuran el presidente regional conservador Xavier Bertrand, el ex primer ministro Bernard Cazeneuve y Karim Bouamrane, alcalde de un suburbio de París.
El presidente francés convocó elecciones legislativas de manera inesperada el 30 de junio y el 7 de julio pasados, casi tres años antes de lo previsto, con la expectativa de una “aclaración” del panorama político tras la victoria de la ultraderecha en los comicios europeos, pero el resultado sumió a Francia en un bloqueo político.
La apuesta de Macron, cuyo mandato termina en 2027, es compartir el poder Ejecutivo con un gobierno apoyado por el oficialismo y por la derecha, pero que necesitaría además el apoyo del sector más moderado del NFP o la abstención de la extrema derecha.
El presidente no puede volver a disolver la Asamblea (cámara baja) antes de julio de 2025.
T: RT Actualidad/Prensa Latina/Telesur/Agencias/LRDS
Macron inicia negociaciones para nombrar a un nuevo gobierno