
México y Brasil no prevén tomar represalias inmediatas contra los aranceles recién impuestos por Donald Trump al acero y aluminio.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dijo que su gobierno esperará hasta el 2 de abril para definir las acciones que tomará «en el mismo marco de reciprocidad, igual que lo está haciendo el gobierno de los Estados Unidos».
Los aranceles de Washington al acero y al aluminio, vigentes desde este miércoles, incluyeron también a México y Canadá, a pesar del acuerdo de libre comercio T-MEC, del que los tres países son socios.
Sheinbaum agregó que una vez cumplida la fecha, su gobierno definirá «si se ponen aranceles» recíprocos en el caso del aluminio y del acero.
En tanto, la mandataria dijo que mantendrá el diálogo con los fabricantes locales de acero, como ArcelorMittal, Tenaris y Ternium.
México es el 14º productor mundial de acero y un 77,5% de su producción local de productos terminados de ese material tiene como destino el mercado estadounidense, según la Cámara Nacional de la industria del Hierro y del Acero (Canacero).
El país latinoamericano fue en 2024 el principal destino de las exportaciones de productos siderúrgicos estadounidenses, con el 52%, según datos del Gobierno mexicano.
Por su parte, el ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, dijo que «por orientación del presidente» el gobierno de su país no prevé tomar represalias contra los aranceles recién impuestos por Donald Trump que afectan a las exportaciones brasileñas de acero a Estados Unidos.
Haddad señaló que el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva ordenó «mucha calma en este momento» de tensión comercial con Washington.
Brasil es el segundo proveedor de acero a Estados Unidos, después de Canadá.
«Ya negociamos otras veces en condiciones más desfavorables que estas», destacó Haddad tras un encuentro en Brasilia con representantes del sector siderúrgico, que le presentaron propuestas para proteger a la industria brasileña.
Según el ministro, en la reunión se barajaron argumentos «muy consistentes» acerca de que Estados Unidos «solo puede perder» con los aranceles que afectan a Brasil, porque el comercio entre ambos países es «muy equilibrado».
Los ministerios de Exteriores y de Industria comunicaron en una nota que el gobierno «estudiará todas las posibilidades de acción en el campo del comercio exterior» para «contrarrestar los efectos nocivos de las medidas estadounidenses y defender los legítimos intereses nacionales, incluso junto a la Organización Mundial del Comercio».
Las dos carteras señalaron que hay reuniones «previstas las próximas semanas» con representantes de Estados Unidos.
En 2018, el mandatario estadounidense fijó aranceles similares para el acero brasileño, pero luego autorizó la compra de hasta 4,1 millones de toneladas anuales sin sobretasas.
Luego de que Trump anunciara los nuevos aranceles al asumir el poder, Lula había advertido que Brasil respondería con «reciprocidad».
«Si gravan el acero brasileño, reaccionaremos comercialmente, denunciaremos ante la Organización Mundial de Comercio o impondremos aranceles a los productos que importamos de ellos», había afirmado en una entrevista con una radio brasileña.
T: Agencias
Entran en vigor los aranceles de EEUU al acero y el aluminio