
El Parlamento de Chile dio luz verde a una reforma de las pensiones, la primera en 43 años, impulsada por el presidente progresista Gabriel Boric, que busca mejorar las bajas jubilaciones mediante un aumento de la cotización y la creación de un seguro social.
Tras un extenso debate, la reforma fue respaldada en su último trámite legislativo en la Cámara de Diputados con 110 votos a favor, tanto del oficialismo como de la Democracia Cristiana y de gran parte de la coalición de derecha Chile Vamos, y 38 en contra.
«El Congreso acaba de aprobar una reforma histórica al sistema de pensiones. Es el avance más importante en materia previsional de las últimas décadas», celebró el presidente chileno en una cadena nacional televisada.
Cuando le resta un año de mandato, Boric alcanzó una contúndente victoria tras fracasar en su intento de sustituir la Constitución de Pinochet y de subirle los impuestos a los ricos a través de una ley tributaria rechazada por el Congreso.
Esta vez, sin embargo, logró un acuerdo con la oposición de derecha que domina el Congreso y sacó adelante la reforma de pensiones que impulsaba desde 2022, y que apoya un 60% de los chilenos, según la encuestadora Cadem.
El plan de Boric transforma de manera gradual el modelo instaurado en 1981, bajo el cual el trabajador financiaba exclusivamente su pensión sin contribuciones de su empleador privado o estatal.
«Se ha podido dar un paso importantísimo (…) Es una reforma que le cambia la cara a lo que la dictadura le hizo este país. Pasamos de una lógica meramente individualista a complementarla con un seguro social y a acercarnos a principios tan razonables y necesarios, como la solidaridad», dijo en rueda de prensa tras la aprobación la ministra de Trabajo y Previsión Social, Jeanntte Jara.
«Esta ley marca una inflexión en el desarrollo en nuestro sistema de pensiones. Por supuesto que no será la última palabra y muchos temas seguirán discutiéndose hacia delante porque los sistemas de pensiones evolucionan a lo largo de las décadas», añadió por su parte el ministro de Hacienda, Mario Marcel, el otro artífice de la reforma.
El gobierno estima que bajo el nuevo modelo las pensiones, que beneficia a cerca de 2,8 millones de jubilados, subirán entre un 14 y 35%, atendiendo así el pedido de los chilenos que por años han protestado contra un sistema que apenas si garantizaba un mínimo de pensión.
La reforma comenzará a ser implementada seis meses después de su promulgación, y se espera que rija plenamente hacia el 2035.
La reforma a las pensiones chilenas fue uno de los reclamos populares más intensos durante el estallido social en 2019, que luego pasaría a ser una de las promesas de campaña estandarte para que el izquierdista Gabriel Boric llegara al poder en marzo de 2022.
T: Agencias
Llaman a movilización nacional por un sistema de pensiones dignas en Chile