
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, propuso un tratado regional de vigilancia naval en el océano Pacífico con Estados Unidos, China, México y Colombia para interceptar envíos de cocaína hacia Asia y precursores de fentanilo hacia América.
“Que nadie diga después que Colombia permite pasos de insumos; fuimos los primeros en advertir y proponer vigilancia conjunta”, afirmó Petro.
También propuso modernizar la vigilancia en puertos colombianos, como Buenaventura, inspirándose en el sistema de inteligencia artificial de Shanghái, para evitar que sean plataformas de exportación de cocaína o entrada de contrabando.
El presidente rechazó alianzas con la OTAN, por no oponerse al genocidio en Gaza, y con los BRICS, por su enfoque petrolero, afirmando: “Nuestra alianza es con América Latina y el Caribe”.
Por otra parte, Petro reiteró que Estados Unidos viola el derecho internacional al restringir visas para las Naciones Unidas (ONU). «No tiene derecho ni a quitarle la visa a nadie que vaya a hablar a Naciones Unidas», recalcó.
Además, criticó a las Naciones Unidas por no confrontar a EEUU. «La ONU no puede arrodillarse ante un Gobierno que es cómplice de genocidio», enfatizó.
Igualmente, insistió en que la sede del organismo multilateral no debería continuar en Nueva York.
Finalmente, el presidente colombiano defendió su postura soberana y llamó a la acción diplomática sin vacilaciones. «Ya veremos si nos quedamos solos o no (…) Se acabó la guachafita», sentenció, al afirmar que su decisión no responde al autoritarismo, sino al cumplimiento de la Constitución de Colombia.
En el Consejo de Ministros, el presidente colombiano ordenó el relevo de los embajadores que no se alineen con su política exterior.
Anunció que todos los embajadores de la «diplomacia feudal» serán reemplazados por funcionarios que sigan la línea de su Gobierno. «Soy por Constitución el director de las relaciones exteriores de Colombia», aseveró, y advirtió que los funcionarios que no cumplan con esta directriz no saldrán del país.
En tal sentido, Petro denunció que personal de la Embajada colombiana en China «sabotea las relaciones» y «cambia mis agendas», por lo que exigió un cambio en el personal diplomático. «Aquí hay una Cancillería que le da pena relacionarse con China», manifestó.
T: Telesur