Proyecto en ganadería regenerativa desarrollan científicos venezolanos
Un proyecto de ganadería regenerativa que busca mejorar la fertilidad de suelos semiárido ubicados en el estado Lara y deviene en una alternativa a la crisis climática, desarrollan científicos venezolanos.
Los investigadores de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado y la Fundación Nacional para el Desarrollo de la Biotecnología, desarrollan el proyecto en las sabanas de Carora, municipio Torres del estado Lara, en tierras de arcilla amarillenta y un clima seco, que forman parte del suelo semiárido del occidente venezolano.
La actividad se realiza con el acompañamiento del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt).
Los especialistas criollos encontraron que, por su geografía, las sabanas de Carora tienen una baja disponibilidad de agua, por lluvias, para la producción de alimentos.
En ese sentido, es necesario generar conocimientos para el desarrollo de una agricultura resiliente que proteja la vida, en medio de un escenario de crisis climática.
En este mismo sentido, frente a las vulnerabilidades que profundiza la crisis ambiental global, el grupo de científicos trabaja en un modelo agroecológico para la producción de pastos y forrajes, dentro un esquema regenerativo de alta calidad, libre de agroquímicos.
Según el investigador e ingeniero agrónomo venezolano, Andrés Kowalski, el proyecto de ganadería regenerativa ha tomado vuelo en semiárido de Torres, en el estado Lara.
Se trata de una práctica agroecológica que ha permitido y permite revertir el patrón de desertificación en el territorio y aumentar la generación de alimentos.
Inicio del proyecto
El proyecto de ganadería regenerativa comenzó en el año 2017 y, hoy, es un ejemplo de una relación distinta con la Tierra.
“En poco tiempo, esta investigación-acción ha permitido aumentar la fertilidad de los suelos, reducir el uso de insumos sintéticos, y ha hecho posibles cultivos y ganaderías más resistentes a la crisis climática.
Ha aumentado la capacidad de retención de agua, el contenido de materia orgánica y la riqueza de la microbiota en el suelo”, subrayó el investigador.
Disminuye temperaturas del suelo
También ha disminuido las temperaturas promedio del suelo. “En el semiárido de Torres, ya se tienen suelos con más de 6 % de materia orgánica, en su composición».
Contamos con una diversidad de pastizales que supera más de 100 especies. Sin añadir absolutamente nada al suelo (llámese: plaguicidas, herbicidas o fertilizantes químicos)”, enfatizó.
“El proyecto de ganadería regenerativa modera las temperaturas del suelo, al cubrir la superficie de verde. Entre 20º y 26º, en suelos cubiertos de pasto; contra 44º, en suelos descubiertos. También estimula lluvias más frecuentes en Carora, pero menos intensas», explicó el ingeniero Andrés Kowalski.
T/PrensaMincyt/LRDS