
Estamos en enero de 2025 con casi tres años de conflicto bélico en Ucrania y la tendencia dominante es el avance militar de Rusia en todos los frentes de batalla. Pero Rusia también avanza en todos los demás; en lo económico, en lo político, en lo ideológico y en lo mediático.
Se fortalece la legitimidad de la operación militar especial, emprendida por Rusia en Ucrania en marzo de 2022. Aquellas denuncias de Rusia de que la Otan estaba rodeando militarmente su territorio, y más cerca que nunca a través de Ucrania, han quedado demostradas no solo por la fuerza de los hechos y pruebas esgrimidas, sino también por las propias confesiones de Occidente. Fue un escándalo que la señora Merkel, excanciller de Alemania, y el otrora presidente francés, Françoise Hollande, reconocieran que nunca buscaron la paz con los acuerdos de Minsk, sino engañar a Rusia y ganar tiempo para el fortalecimiento militar de Ucrania. Y ahora el señor Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, acaba de confesar en el Congreso de ese país que su Gobierno estaba ocultamente rearmando a Ucrania antes que Rusia desarrollara su operación militar especial.
Ante el total colapso militar de Ucrania, que ya se avizora en el horizonte, Occidente presiona a Kiev para que haga concesiones y negocie la paz con Rusia, pero aún no abandona la idea de propinarle el mayor daño a Rusia. Una idea cada vez más ilusoria, puesto que ya nada puede detener a Rusia ni tampoco que esta haga concesiones. Kiev apenas forma nuevas unidades y estas, sin entrar a combatir, comienzan a desintegrarse por las deserciones masivas de sus efectivos. Por el contrario, en Rusia crece el espíritu patriótico y aumenta el número de personas que desean firmar un contrato con el Ministerio de Defensa y participar en la operación militar especial.
La idea ucraniana de usar la ocupación militar de una parte de la región rusa de Kursk como principal carta de negociación se desvanece; sus tropas sufren pérdidas colosales, están cercadas y las vías de abastecimiento bloqueadas. Mucho se habla ya de que 2025 será el año de la paz en Ucrania, pero si esto sucede, no será tanto por lo que haga o deje de hacer el señor Trump como presidente de Estados Unidos, sino por el coraje, la valentía y la heroicidad de los militares rusos.
T: Juan Miguel Díaz Ferrer/Analista Internacional