
Las ciudades de Alemania amanecieron este lunes con bloqueos en las vías de acceso y autopistas. Convoyes de tractores de agricultores protestan por las medidas anunciadas por el Gobierno de reducir las subvenciones a la agricultura, sobre todo la ayuda al diésel agrícola.
En una de las protestas más simbólicas, más de medio millar de tractores estacionaron frente a la Puerta de Brandeburgo en Berlín. En grandes ciudades como Hamburgo o Bremen, también caravanas de tractores y camiones cortaron el tráfico y se concentraron en el centro urbano.
Al inicio de una semana de protestas, el presidente de la Asociación Alemana de Agricultores (DBV), Joachim Rukwied, pidió una vez más comprensión a los afectados por los bloqueos. Se trata de «el futuro de nuestras familias» y también de la seguridad alimentaria y, por tanto, «del futuro de nuestro país».
«Se nos está privando de nuestra viabilidad futura», resumió y volvió a pedir al Gobierno federal que revierta los recortes de las subvenciones al diésel agrícola.
En la actualidad, los agricultores alemanes pueden solicitar que se les reintegren 21,48 céntimos por litro de diésel.
El Gobierno alemán por su parte, descartó dar marcha atrás en su decisión. En una rueda de prensa ordinaria, el portavoz del ejecutivo, Steffen Hebestreit, declaró que el subsidio al diésel agrícola se recortará de forma gradual en tres pasos en los próximos tres años, procedimiento ya acordado que calificó de “sopesado” y “correcto”, al tiempo que subrayó que “no hay planes en el gobierno para volver a cambiar nada al respecto”.
Recordó que, como parte de su programa de consolidación presupuestaria para 2024 y tras una sentencia del Tribunal Constitucional de 15 de noviembre pasado, el gobierno se ha visto obligado a reformular los presupuestos y “ha propuesto ahorros” que, entre otros, afectan también a los agricultores.
Reconoció que hay tensiones en el país y protestas a diversos niveles, como también ocurrió en el pasado reciente en relación con las medidas para contener la pandemia del coronavirus o ante la llegada de refugiados en 2015.
Por su parte, el vicecanciller alemán, Robert Habeck, advirtió que las protestas de los agricultores están siendo instrumentalizadas por fuerzas extremistas y pidió que se proteja la democracia.
Habeck, quien también es ministro de Economía, dijo en un vídeo difundido por su despacho en las redes sociales el lunes: «Circulan llamamientos con fantasías de golpe. Se están formando grupos extremistas, se muestran abiertamente símbolos nacionalistas».
«Cada vez está más claro que algo ha empezado a fallar en los últimos años y que está limitando la protesta democrática legítima y la libertad de expresión», añadió. El jueves pasado, manifestantes enojados impidieron a Habeck abandonar un ferry en la costa del Mar del Norte.
«Defendemos la democracia, la Constitución y la ley», subrayó el presidente de la asociación de agricultores ante las advertencias de que grupos de extrema derecha podrían infiltrarse en las protestas. «No veo ningún peligro de que nuestra asociación sea infiltrada», zanjó Rukwied.
Según estimaciones del ministerio de Finanzas alemán, esta medida permitiría ahorrar al presupuesto un millón 480 mil de euros al año.
El 4 de enero se supo que el Gabinete de ministros alemán decidió ajustar sus planes: los beneficios no se cancelarán de inmediato, sino de forma gradual y no en su totalidad. Sin embargo, la Asociación de Agricultores Alemanes dijo que seguía insistiendo en que el proyecto se abandonara por completo y que procedería con una “semana de acción” a partir de este lunes.
T: Prensa Latina/Agencias/LRDS