El secretario Ejecutivo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América–Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), Jorge Arreaza, señaló que el declive del imperialismo es un proceso «indetenible«.
En entrevista exclusiva con Sputnik, Arreaza señaló que en el documento presentado por el ALBA-TCP, el concepto de hiperimperialismo se utiliza para describir la decadencia productiva, financiera, así como la dependencia de la fuerza militar por parte de dicho modelo que, destaca, «no es solo de los Estados Unidos, es el entramado de corporaciones del mundo occidental, por decirlo de una manera, que controlan las economías, la política, el ámbito militar, social en nuestros países o en los países de Occidente».
«El dólar está siendo superado, está en proceso de ser superado, igualado también por otras monedas y otras fortalezas financieras en el mundo. ¿Qué le queda al imperialismo? Su fuerza bruta, la militar, armamentista, las guerras, las guerras para hacer negocio y las guerras para asumir territorios, recursos naturales, para demostrar el poderío», agregó.
En este contexto, dijo que los movimientos sociales y los pueblos han sentido la necesidad de llegar a acuerdos que permitan construir una sociedad posimperialista. «Es una necesidad que ha surgido desde lo más profundo de los pueblos», afirmó Arreaza, señalando que esta propuesta que lleva adelante el ALBA-TCP busca proteger los derechos sociales de todos y establecer una «agenda mínima común» en diversas áreas como la política, la economía, la educación, la salud y el medio ambiente.
Arreaza subraya la importancia de las finanzas en la Alternativa Social Mundial, destacando la necesidad de una mejor distribución de los recursos para garantizar los derechos sociales.
«Hacen falta recursos, una mejor distribución de los recursos para garantizar los derechos sociales de nuestros pueblos. Si nosotros lográramos, por ejemplo, renegociar todas las deudas externas, que además fueron casi que impuestas por la banca internacional, por el FMI (Fondo Monetario Internacional), si lográramos indemnizar, reparar lo que el sistema económico le ha hecho a los pueblos, bueno, habría allí fuerza suficiente para poder avanzar en estos otros ámbitos de los derechos sociales, en la cultura, en la educación, en la salud, en la vivienda, en la alimentación”, destaca.
Para garantizar el cumplimiento de la alternativa social mundial, el ALBA-TCP ha decidido que los gobiernos de sus países miembros asuman esta agenda como parte de sus propias políticas. Además, se ha reactivado el Consejo de Movimientos Sociales del ALBA-TCP, creado en 2009, para asegurar que la alternativa social esté en contacto directo con la realidad de las comunidades. «El momento histórico amerita que el ALBA se inunde de pueblo», señaló Arreaza.
Una próxima reunión del ALBA, prevista para julio de este año, coincidiendo con el nacimiento de Simón Bolívar, será crucial para definir y comenzar a presentar el documento de la alternativa social mundial ante las Naciones Unidas y otros foros internacionales.
El secretario del ALBA-TCP también reflexionó en torno a los distintos desafíos que ha enfrentado la organización en los últimos años, incluyendo el bloqueo intensificado contra Cuba y las sanciones contra Venezuela y Nicaragua.
Sin embargo, a su juicio la organización sigue comprometida con su misión de unión y desarrollo. Detalla la «Agenda Estratégica 2030 del ALBA-TCP» como una prioridad y explica que en esta se perfila un horizonte económico con diversas iniciativas a concretar, entre las que se encuentran: «Una agencia de cooperación, fortalecer el Banco del Alba, reactivar Petrocaribe a la luz de este nuevo momento, la moneda única, el Sucre, qué características debe tener también con las nuevas tecnologías que se han incorporado al mundo de las monedas digitales, criptomonedas, etc».
En respuesta a la agresión imperialista y la crisis del sistema de Naciones Unidas, Arreaza abogó por un fortalecimiento de la ONU y una mayor inclusión de las voces del sur global. Considera que “el imperialismo en esta etapa de hiperimperialismo ha demostrado que ese mundo basado en reglas a ellos no les interesa, no les conviene y lo desconocen”.
«Si bien las Naciones Unidas en este momento está debilitada por el imperialismo, creo que más bien el rol de la comunidad internacional y de los países del ALBA debe ser fortalecer las Naciones Unidas, que se amplíe el poder del sur global, que en el Consejo de Seguridad puedan entrar las voces de nuestro sur, que se piense en el sistema de votación en las Naciones Unidas, que en el poder del veto», dijo.
T: Sputnik/LRDS