Columnas

Las sanciones y la agresión continuada…

Si alguna persona creía que los problemas de nuestra patria habían finalizado y que las acciones coercitivas unilaterales (sanciones) sobre nuestro país, impuestas por los gobierno de EEUU y la UE sobre Venezuela, habían llegado a su fin, déjenme decirles que han estado equivocados.

Los EEUU han permitido que algunas empresas petrolera reinicien sus actividades de extracción de crudo en Venezuela, como una reacción ante las mal llamadas sanciones que unilateralmente, Europa y los EEUU han impuesto sobre el petróleo y el gas ruso y con el único objeto, de que países como Irán y Venezuela, puedan suplir parcialmente, algunas carencia que vive Europa en estos momentos, dado su manifiesta debilidad en materia de recursos energéticos.

Desde la primera revolución industrial europea que se iniciara en Inglaterra a mediados del siglo XVIII, los recursos materiales para sustentar todas las etapas de las llamadas revoluciones industriales han provenido mayoritariamente, desde otros confines de la tierra y no del continente europeo.

Tanto la Gran Guerra Europea (hoy llamada Primera Guerra Mundial) como la II Guerra Mundial, las potencias mundiales victoriosas  tuvieron parte de su ventaja, en el control de recursos estratégicos como el petróleo entre otros.

Ahora, Europa en pleno, carece en el nivel adecuado de recursos energéticos estratégicos e inclusive, han dejado de lado el tema de la energía electro-nuclear, lo cual, agudiza mas su panorama energético, iniciando una confrontación con uno de los mayores productores de crudo del planeta y el mayor productor de gas natural (Rusia), vital para las operaciones industriales del motor de la economía de toda la UE, Alemania.

Las excepciones que recientemente los EEUU ha hecho sobre las operaciones de extracción de crudo en Venezuela, de empresas como REPSOL (España), ENI (Italia) y CHEVRON (EEUU), no son mas que meros paños calientes para el mal endémico de la economía desarrollada capitalista. Este trata de que sin las llamadas materias primas estratégicas, no será posible continuar con el modelo industrial en que ellos viven, mismo que ha consumido a la fecha, mas de la mitad de las reservas conocidas de petróleo en el mundo, por solo citar un ejemplo.

La suspensión total de las acciones coercitivas inhumanas impuestas sobre nuestro país – Venezuela – está muy lejos aun. Venezuela, es una nación sobre la cual ha sido sembrada una inmensa dependencia externa, importaciones que han sido por décadas y son aun sufragadas, con la renta petrolera. No obstante, el grado de desesperación que las naciones imperialistas occidentales tienen actualmente, los lleva a abrir ventanas en su agresiva política exterior hacia naciones que no les han producido ningún mal.

Cuba, lleva mas de 60 años con las sanciones impuestas y ni siquiera en tiempos de pandemia, la dirigencia estadounidense, fue capaz de hacer una excepción por razones humanitarias, haciendo ver el tipo de conducta que la clase dominante de ese país espera de los países periféricos. Esta no es otra que la sumisión total a los intereses fundamentales del stablisment estadounidense.

En el caso venezolano, el tema mas reciente lo han constituido el ROBO que el Estado Británico ha realizado de mas de un mil millones de dólares de nuestras reservas internacionales. Este es un precedente que pudiera llegar a afectar a cualquier país del mundo de ahora en adelante.

Razón tuvo el Presidente Comandante Hugo Chávez, en repatriar parte del oro de nuestras reservas internacionales depositado en el exterior, acción que ha debido hacerse oportunamente, con todas las reservas existentes en todos los depósitos existentes en la banca foránea.

Otra proposición hecha por el Comandante Eterno que no podemos olvidar, fue la creación de un sistema bancario suramericano destinado a financiar proyectos productivos y de infraestructura para la América Latina, hecho que hubiera sido la columna vertebral para impulsar el desarrollo e integración productiva de la región.

Tampoco se hizo y las reservas de todos los países de la región siguen en manos de la banca occidental internacional, a expensas de medidas similares en contra de cualquier país o gobierno de la región o del mundo, que no se subordine a los intereses de occidente, quienes consideran a Latinoamérica al igual que al África, como un territorio que les pertenece y donde pueden actuar impunemente.

La vicepresidenta de la República Bolivariana de Venezuela, Delcy Rodríguez, calificó a finales de julio próximo pasado, la decisión de la «Justicia» británica», calificándola como una «decisión insólita». La decisión del injusto tribunal británico, está realmente sometida, subordinada y amordazada, a las decisiones de la corona británica en contubernio con los intereses de la clase dominante formada por sus hijos, el stablisment  estadounidense,  allende el Atlántico, afirmó la vicepresidenta.

Delcy Rodríguez Gómez señaló que el fallo se enmarca dentro de «toda la ficción» y «el gobierno ficticio encabezado por el criminal Juan Guaidó», busca «desapoderar a Venezuela y al pueblo venezolano de su patrimonio», a lo cual añade el suscrito, que los métodos asociados a estas acciones imperialistas de occidente, hacen uso de ladrones y traidores a la patria como Guaidó, para demostrarle a nuestro países los alcances del poder imperial y por ende, nuestras propias vulnerabilidades.

Por otra parte, el Presidente Constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, expresó que «no hay seguridad jurídica en Londres» y advirtió que a cualquier país o a cualquier banco central en el mundo, «le pueden robar sus reservas internacionales, sus reservas en oro». Indicó además que el oro venezolano que se encuentra depositado en las bóvedas del Banco Central de Inglaterra, pertenece al Banco Central de Venezuela y por ende, a todas y todos los venezolanos.

Denunció además el Presidente Constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, la retención de un avión comercial de propiedad venezolana retenido en Argentina, condenando el hecho e indicando además que dicho avión cumplía funciones humanitarias, a lo cual debemos agregar, que ni a los EEUU, ni a sus amigos de las monarquías y las burguesías europeas, ni a la derecha internacional latinoamericana, le importa un bledo, la salud y el bienestar de los pueblos de la región latinoamericana y mucho menos, los de la población rebelde de la República Bolivariana de Venezuela.

El imperialismo y el colonialismo no ha fenecido en la mente de los dirigentes de occidente y de seguro, seguiremos viendo mas acciones tendentes a demostrarnos que la para ellos, el concepto de soberanía de los países de la periferia, no existe, o al menos, no es relevante a sus intereses.

Tanto la situación del oro como la del avión de carga, nos indican que para la dirigencia de esos países, la soberanía de otros estados no cuenta y que el concepto «imperialismo» para ellos está mas vivo que nunca, tanto en la infraestructura jurídico-política asociada al llamado derecho internacional, como en las acciones de los gobiernos occidentales, mismos que durante siglos, han actuado a favor de esos intereses.

La lucha en contra de estos abusos, o mejor dicho, actos de piratería y por ende, de guerra, no puede seguir siendo ajena a nuestras percepciones y particularmente, a la de aquellos que aun dudan de las acciones coercitivas que se han impuesto a Venezuela. Cada uno de esos hechos está destinado a socavar o anular la doctrina implícita en nuestro texto Constitucional basado en la Doctrina de Simón Bolívar, el Libertador.

Por eso, ahora mas que nunca es necesario tomarnos en serio el tema de disminuir al menor nivel posible, nuestra dependencia de las naciones occidentales, en cualquier área de nuestra economía y de los sistemas y tecnologías que usamos para efectos de la vida productiva.

Ellos, las potencias occidentales y sus intereses, han hecho de muchos países, naciones tuteladas en colaboración con las burguesías nacionales y de allí, que se dan el lujo de realizar acciones como las que hemos descrito en este texto con total impunidad.

La dirigencia europea y la de los Estados Unidos, tiene sobre si la muerte de pueblos enteros en los últimos 500 años y mas, junto a la desaparición de un alto número de líderes del llamado «tercer mundo» durante los siglos XIX y XX, con el fin de mantener y perpetuar su hegemonía. Este ha sido su comportamiento, es mas, ha sido su naturaleza y no cambiará mientras no sean derrotados por los pueblos de planeta junto a su dirigencia, tomándose en serio la lucha por la soberanía y autodeterminación.

Por: Vladimir Adrianza Salas

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