El Mundo

Un neonazi está al mando de una de las principales unidades de la aviación militar española

Entre los militares de extrema derecha que están en activo en las Fuerzas Armadas españolas destaca el capitán Antonio Meroño Jiménez porque no sólo instruyó a cientos de cadetes durante los años que pasó como jefe de escuadrilla en la Academia General del Aire, sino que tras ser condecorado y destinado a la importante base aérea de Los Llanos (Albacete), fue ascendido a jefe de Inteligencia del Ala 14, la mejor unidad de caza y ataque de la Fuerza Aérea.

Aunque los nombramientos internos en la unidad a la que un militar ha sido destinado no salen publicados, el medio Público constató por diversas fuentes militares y documentales que el capitán Meroño ejerce actualmente esa Jefatura del Negociado de Inteligencia –ubicado en la zona de los pilotos–, como demuestra la correspondiente entrada del listado telefónico interno del CESTIC (Centro de Sistemas y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) del Ministerio de Defensa que se reproduce en la imagen de más arriba.

Público difundió una foto de Meroño –inédita hasta el momento– del capitán Meroño haciendo el signo del juramento de las SS (Schutzstaffel o Escuadras de Protección del Ejército Nazi) de obediencia y fidelidad a Hitler, rodeado por integrantes del grupo neonazi murciano Lo Nuestro con los que mantiene una estrecha relación.

Otra fotografía lo muestra a Meroño con el neonazi convicto Pedro Santiago Escobar Honrubia. Éste fue condenado en julio de 2009 por la Audiencia Provincial de Madrid a un año de prisión y 12 años de inhabilitación absoluta por tenencia ilícita de armas y pertenencia a la facción española de la organización neonazi internacional Hammerskin, una multinacional del racismo fundada en EEUU con «capítulos» en nueve países europeos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Esa sentencia fue ratificada en 2012 por el Supremo, quedando ilegalizada en España a partir de ese momento dicha formación neonazi.

Los otros son militantes neonazis habituales de las reuniones del capitán Meroño con integrantes del grupo murciano –con estructura en Cartagena– Lo Nuestro, inspirado en la organización Hammerskin Nation: ‘Meneses Menesito’, ‘Giorgio’ Sánchez, ‘Toni Cartagena’ y Jorge ‘Poyato’, según los alias que ellos siempre han empleado en las redes sociales.

La afición del capitán Meroño por la parafernalia nazi –como la Cruz de Hierro auténtica, original de 1939, que se compró y lució en 2015– también le ha llevado a vestir la camiseta con el simbólico 14:88 de significado xenófobo y hitleriano. El 14 alude a las «14 palabras» del eslogan racista del dirigente del Ku Klux Klan, David Lane, quien sentenció: «Debemos asegurar la existencia de nuestro pueblo y un futuro para los niños blancos».

En cuanto al 88, corresponde a la octava letra del alfabeto (la H) repetida en la abreviación «HH». Es decir, «Heil Hitler«. Bajo esta simbología numérica, la camiseta que luce el capitán Meroño en la foto de él con su camarada neonazi ‘Meneses Menesito’ que aquí reproducimos, también reza: «Our time will come» (en inglés: «Nuestro tiempo llegará»).​

A pesar de que esa ideología era notoria y conocida en círculos militares –puesto que Meroño participaba en homenajes a la División Azul y actos fascistas– durante su etapa de Jefe de Escuadrilla en la Academia General del Aire, como instructor de cadetes que se formaron con él para ser futuros oficiales, el capitán recibió, en junio de 2017, la Medalla al Mérito Aeronáutico, de manos de un general de división, tal como muestra la fotografía que se reproduce junto a estas líneas.

Año y medio después, su labor fue recompensada con el destino en la base aérea de Los Llanos (Albacete, su ciudad natal), donde en noviembre de 2018 fue nombrado Jefe del Negociado de Inteligencia del Ala 14, «un auténtico caramelito», como lo define para Público un veterano militar del Ejército del Aire que conoce las tareas y prerrogativas de ese cargo.

Cazas españoles patrullando el cielo frente a Krasny Bor

El jefe de Inteligencia de una base militar no dirige operaciones de espionaje, sino que debe elaborar informes sobre las características del enemigo y las condiciones sociales, sanitarias y políticas del terreno en el que se opera y se va a operar. En este caso, la unidad de caza y ataque Ala 14 –dotada con aviones Eurofighter Typhoon (C.16 en nomenclatura militar) de fabricación europea con colaboración española– participa en la misión de la OTAN de Policía Aérea del Báltico, en su destacamento en Lituania (Vilkas), en la base aérea de Siauliai.

Irónicamente, esos cazabombarderos españoles patrullan los cielos sobre el territorio fronterizo con Rusia frente al lugar donde se libró la batalla más famosa de la División Azul: Krasny Bor, donde la 250ª División de Voluntarios Españoles de la Wehrmacht participó en el cerco del Ejército nazi contra Leningrado. Las camisetas conmemorativas de esa batalla son vestimenta corriente de los ultras españoles y las lucen a menudo tanto el propio capitán Meroño como sus camaradas neonazis militares.

Un neonazi tramitando los pases de seguridad de la OTAN

La mayor parte de la tarea que ejerce actualmente el capitán Meroño en el Ala 14 de la Fuerza Aérea se centra en el manejo y control de documentación militar clasificada y de información personal sensible de los militares que operan en la base de Los Llanos, que es también la sede del TLP (Tactical Leadership Programme), la escuela de excelencia de la OTAN para pilotos y tripulaciones considerada el Top Gun de Europa.

De hecho, como jefe del Núcleo S-2 (Información) Meroño es quien toma las decisiones sobre la seguridad del personal y de las instalaciones, y tramita las Habilitaciones Personales de Seguridad (HPS) que autorizan a militares a acceder a las instalaciones de la OTAN.

Esos informes HPS incluyen información personal reservada y muy detallada de los interesados, y en su declaración no sólo deben aportar un historial familiar exhaustivo, así como de sus «parejas estables», incluidas sus posibles «relaciones o trabajo con gobiernos extranjeros, o en organizaciones/programas internacionales o multinacionales», e incluso las meras estancias en otros países, sino también los datos completos de progenitores y convivientes.

Finalmente, tienen que responder un «cuestionario de seguridad» –y luego remitirlo a un e-mail del Centro Nacional de Inteligencia (CNI)–​, donde se les pregunta (como se puede ver en la siguiente reproducción de su página 5) sobre:

¿Grupos radicales o contra el orden constitucional?

El oficial al mando de ese control especial de seguridad, en el Ala 14 de la Fuerza Aérea, resulta ser un capitán con estrechos vínculos con dirigentes y grupos neonazis, que además luce emblemas y vestimenta hitleriana, proclamando que «nuestro tiempo llegará». Y es él quien vigila allí que los militares españoles con acceso a la OTAN no tengan «relación con grupos radicales» ni pertenezcan a «organizaciones en contra del orden constitucional de España o que impidan las libertades y derechos de los demás».

El capitán Meroño es, pues, «el mando o responsable de la unidad que autoriza la solicitud» de cada HSP enviada a los servicios secretos para su validación, y quien recomienda el nivel de acceso a «secreto» y «top secret» que se debe conceder a cada uno de los militares de la base, como se puede ver en esta otra reproducción del formulario SHPS-100 de la Autoridad Nacional para la Protección IC.

En resumen, si las autoridades del Ministerio de Defensa –o la futura comisión de investigación del Congreso de los Diputados sobre la existencia de núcleos de extrema derecha en el Ejército– solicitasen información sobre presencia de militares ultras en el Ala 14 de la Fuerza Aérea, el oficial que la proporcionaría sería este capitán de ideología y activismo neonazi.

T/ Público/ LRDS

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba