
El Senado de Argentina aprobó en la sesión de este jueves un aumento de 7,2% a las jubilaciones y pensiones, en un nuevo revés para el presidente Javier Milei, quien ya anticipó que vetará la ley, pues sostiene que el incremento llevaría a romper el superávit fiscal de Argentina y analiza una potencial judicialización sobre lo actuado.
Los aumentos establecidos en la ley, que obtuvo media sanción en la cámara de Diputados a principios de junio, tendrían un impacto fiscal de casi 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB), según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso y el Ministerio de Economía.
La iniciativa se aprobó con 52 votos a favor y cuatro abstenciones, mientras que el oficialismo y aliados retiraron algunos senadores de la sala en señal de protesta.
En septiembre Milei vetó otro aumento a las jubilaciones aprobado por el Parlamento. En esa ocasión los legisladores mantuvieron el veto del presidente en una votación posterior. Para revertir el nuevo veto, la oposición tendría que reunir dos tercios en cada cámara.
El Senado también aprobó una moratoria que extiende dos años el régimen para regularizar aportes previsionales, en un país con una informalidad que llega casi al 50% de los trabajadores y dio el visto bueno a la emergencia por discapacidad, que actualiza aranceles y fortalece la Agencia Nacional de Discapacidad.
Por otra parte, la mayoría opositora del Senado aprobó y giró a Diputados dos proyectos de ley que fondean la castigada coparticipación hacia los distritos, que retiene el Ejecutivo.
Una de las iniciativas activa el giro automático de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que el Gobierno retiene. La otra elimina fondos fiduciarios y modifica la lógica del impuesto a los combustibles para redistribuirlos. Ambas consiguieron 56 votos y el rechazo de Luis Juez.
Los textos fueron avalados en la previa por los 23 gobernadores y el jefe de la Ciudad de Buenos Aires.
La legisladora del Pro y usual aliada libertaria, Beatriz Ávila, pidió a la Casa Rosada que analice por qué se reunieron todos los mandatarios y la Ciudad para empujar estas iniciativas.
Durante un discurso en la Bolsa de Comercio de la ciudad de Buenos Aires en el que repasó los 18 meses de gestión, el Presidente apuntó contra su compañera de fórmula, Victoria Villarruel, por no haber frenado la sesión en el Senado.
Villarruel salió al paso a los señalamientos del Gobierno en su contra. «Como Vicepresidente cumplo con mi rol institucional, el cual implica que presida las sesiones, me gusten o no. Entre otras cosas, me votaron para defender la institucionalidad y hacerla respetar, no para levantarme cuando las papas queman o cuando el Ejecutivo recuerda que soy Vicepresidente”, dijo.
La vicepresidente apuntó directamente contra la titular de la cartera de Seguridad, Patricia Bullrich, quien la señaló en un mensaje en X como «cómplice del kirchnerismo destructor”.
«Ministra Bullrich, la democracia fue denigrada cuando personas que integraron orgas terroristas, como en su caso, manejaron durante décadas el destino del país… El Senado es la casa de las provincias, así que antes de hacerse la picante repase la Constitución Nacional, donde dice con claridad que Argentina adopta para su gobierno el sistema representativo, republicano y federal“, respondió.
T: Agencias