El presidente francés, Emmanuel Macron, nombró este viernes a su aliado centrista y veterano político François Bayrou, de 73 años, como primer ministro, ocho días después de que aceptara la renuncia del conservador Michel Barnier, blanco de una moción de censura en la Asamblea Nacional que hizo caer a su gabinete, en un contexto de rechazo al proyecto de ley de Presupuesto para el 2025.
«El nombre de François Bayrou se impuso estos últimos días como el más consensual», aseguró el entorno de Macron, quien le encargó «dialogar» con el resto de partidos, salvo de extrema derecha e izquierda radical, para lograr una «estabilidad».
Bayrou en 1993 fue nombrado ministro de Educación, en un gobierno de derecha durante la presidencia en Francia del socialista François Mitterrand. Desde entonces, encadenó los mandatos de diputado, eurodiputado, alcalde como líder de su formación centrista llamada Movimiento Demócrata (MoDem) desde 2007 y se presentó en 2002, 2007 y 2012 a la elección presidencial en Francia, sin éxito.
Para la elección de 2017 decidió apoyar a Macron, y este le correspondió nombrándolo ministro de Justicia, cargo en el que sólo estuvo 34 días. Una investigación judicial sobre la contratación fraudulenta de asistentes en el Parlamento Europeo lo forzó a dejarlo. En febrero de este año, la justicia condenó a MoDem, pero absolvió a su fundador en nombre del «beneficio de la duda». Aunque el caso sigue abierto después que la fiscalía recurriera la sentencia, esto no impidió su nombramiento.
El anuncio se produjo después de que el líder francés y Bayrou hablaran durante casi dos horas en el Palacio del Elíseo el viernes por la mañana.
El jefe de Estado realizó en los últimos días un proceso de consultas con los partidos, en el cual no participaron La Francia Insumisa y Agrupación Nacional, tildados por el oficialismo de “los extremos”, de izquierda y de derecha, respectivamente.
A partir de la diversidad de alianzas y partidos con presencia importante en la Asamblea Nacional, ninguno de ellos con la mayoría absoluta, el peligro de otra moción de censura constituye una espada de Damocles permanente en suelo galo.
Una misión clave de las nuevas autoridades encabezadas por Bayrou, quien se convertirá en el cuarto jefe del Ejecutivo en lo que va de año, será trabajar en el Presupuesto del Estado para el 2025, ya que la caída del gabinete de Barnier marginó al proyecto presentado.
La próxima semana llegará al Parlamento una ley especial de Presupuesto para evitar la parálisis del país, texto temporal hasta que el nuevo gobierno introduzca un proyecto de gastos.
El líder de Agrupación Nacional Jordan Bardella afirmó que de momento no hay planes de censurar al centrista, aunque dejó claro que habrá consultas al respecto con otros partidos políticos y que su tolda mantiene la “línea roja” de recordar que Bayrou no gobernará con mayoría parlamentaria.
Sin embargo, la Francia Insumisa, que se quedó por fuera del Nuevo Frente Popular en el que se integró la izquierda para llevar adelante conversaciones con Macron, amenazó con una nueva moción de censura, de acuerdo con su líder parlamentaria Mathilde Panot, quien acudió a su cuenta en X para dejar claro que “los diputados tendrán dos opciones: el apoyo al rescate de Macron o la censura. Nosotros hicimos la nuestra”.
La crisis política se desató en junio con un inesperado adelanto de los comicios legislativos de 2027, que dejaron una Asamblea (Cámara Baja) sin mayorías claras y dividida en tres bloques: izquierda, centroderecha y ultraderecha.
T: Prensa Latina/France24/Agencias