La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) condenó, por trigésima segunda oportunidad, el embargo que mantiene EEUU contra Cuba desde hace más de seis décadas.
La resolución presentada por La Habana, denominada «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los EE.UU. de América contra Cuba», recibió 187 votos a favor, una abstención (Moldavia) y los dos habituales en contra de EE.UU. e Israel.
Tras conocerse la votación, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel celebró los resultados. En su cuenta en X señaló que «el pequeño David volvió a vencer al gigante Goliat».
«La pequeña Cuba ha vuelto a derrotar al imperio vecino que, seguramente, ignorará con prepotencia la demanda mundial, pero la dignidad de este pueblo y la solidaridad universal han vuelto a derrotarlo», agregó el mandatario, junto a la etiqueta #TumbaElBloqueo.
A su política de bloqueo contra el pueblo noble y solidario de Cuba, apuntó Díaz-Canel, el gobierno estadounidense añade una infamia adicional: «otra vez se hace acompañar en el voto negativo por Israel, el genocida de Gaza. Vergonzoso y doble prontuario criminal».
Asimismo, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, señaló que el Gobierno EE.UU. «ha quedado aislado una vez más ante esta abrumadora condena para que pongan fin al genocida y obsoleto bloqueo que tanto daño hace al pueblo cubano».
Previo a la votación, Rodríguez intervino en el foro, donde dijo que el embargo contra su país «califica como un crimen de genocidio» y es «una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos humanos» del pueblo cubano.
El funcionario señaló que EE.UU. conoce perfectamente que viola la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional «con tan despiadada agresión» y que está consciente de que «contraviene las normas internacionales de comercio».
Por su parte, el primer ministro Manuel Marrero aseguró que su país seguirá alzando su voz para exigir el fin del bloqueo y agradeció el amplio respaldo de la comunidad internacional.
La resolución llama a los estados a abstenerse de promulgar y aplicar leyes y medidas coercitivas, de conformidad con sus obligaciones en virtud de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, que, entre otras cosas, reafirman la libertad de comercio y navegación.
T: RT Actualidad/Prensa Latina