
La Unión Europea (UE) aprobó este viernes el 18º paquete de sanciones a Moscú desde el inicio de la invasión a Ucrania tras superar el veto que ejercía Eslovaquia, que vinculaba su visto bueno a recibir garantías de la Comisión Europea (CE) sobre su suministro de gas. En este caso, el plan es presentado con el objetivo de «atacar el corazón de la maquinaria de guerra rusa», ha señalado la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen.
En una publicación en X, la política alemana acoge con satisfacción el acuerdo que, asegura, apunta a los sectores bancario, energético y militar-industrial de Rusia e incluye un nuevo límite dinámico para el precio del petróleo.
«La presión está alta. Permanecerá hasta que Putin ponga fin a esta guerra», señaló Von der Leyen.
Por su parte, la alta representante de la UE en Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, considera que es «uno de sus paquetes de sanciones más fuertes contra Rusia hasta la fecha».
«Estamos recortando aún más el presupuesto de guerra del Kremlin, persiguiendo a 105 barcos más de la flota en la sombra, a quienes los facilitan, y limitando el acceso de los bancos rusos a la financiación. Los gasoductos Nord Stream serán prohibidos. Un límite más bajo para el precio del petróleo. Estamos ejerciendo más presión sobre la industria militar rusa, los bancos chinos que permiten la evasión de sanciones y bloqueando las exportaciones de tecnología utilizada en drones. Por primera vez, estamos designando un registro de bandera y la refinería de Rosneft más grande de la India. Nuestras sanciones también afectan a quienes adoctrinan a los niños ucranianos. Seguiremos aumentando los costes, para que detener la agresión sea la única salida para Moscú», explicó Kallas en X.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, agradeció a la UE, mediante una publicación en X, la aprobación del nuevo paquete de sanciones contra Rusia, «como respuesta a la intensificación de la brutalidad de los ataques rusos contra nuestras ciudades y pueblos».
Zelenski señala que las nuevas medidas afectan a «la flota petrolera rusa, no solo a los propios buques, sino también a los capitanes de la flota encubierta y a las empresas que facilitan asesinatos financiados con petróleo».
«La Unión Europea también está imponiendo un límite de precio más estricto al petróleo ruso, de unos 46 dólares por barril. En coordinación con otros socios globales, seguiremos trabajando para garantizar que el límite de precio reduzca realmente los ingresos de Rusia. Es posible. Ya sabemos cómo ejercer esta presión eficazmente», añadió.
«También quisiera destacar la decisión de la UE de prohibir todas las transacciones relacionadas con los gasoductos del sistema Nord Stream, cuya construcción formó parte de los preparativos de (Vladímir) Putin para la guerra a gran escala», dijo Zelenski.
Por último, el mandatario ucraniano ha vuelto a pedir que «toda la infraestructura de la guerra rusa debe ser bloqueada» y ha avanzado que están preparando «con prontitud» la sincronización de las sanciones europeas en Ucrania, así como nuevas restricciones, «tanto a nivel de socios como dentro de la jurisdicción ucraniana».
Mientras, el Kremlin afirmó este viernes que analizará el decimoctavo paquete de sanciones aprobado por los miembros de la Unión Europea, para minimizar sus consecuencias sobre la economía rusa.
«Por supuesto, tenemos que analizar el nuevo paquete para minimizar sus consecuencias», ha dicho en su rueda de prensa diaria el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, quien agregó que Moscú considera ilegítimas las restricciones de la UE.
Peskov agregó que Rusia ya ha adquirido «cierta inmunidad» ante las sanciones europeas. «Nos hemos adaptado a la vida bajo ellas», señaló.
Por otro lado, aseguró que el nuevo paquete de sanciones es negativo para los propios países que lo aprueban, ya que es «un arma de doble filo».
T: Agencias