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Lula urge a un acuerdo del Mercosur con Japón

El presidente de Brasil y el primer ministro Shigeru Ishiba suscribieron 10 acuerdos de cooperación y más de 80 instrumentos entre empresas, bancos y universidades

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, urgió el miércoles en Tokio a avanzar hacia un acuerdo económico entre el Mercosur y Japón, frente a la ola de aranceles del mandatario estadounidense Donald Trump.

«Estoy seguro de que necesitamos avanzar en la firma de un Acuerdo de Asociación Económica entre Japón y Mercosur», el bloque conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, declaró Lula en una ceremonia junto al primer ministro japonés, Shigeru Ishiba.

«Nuestros países tienen más que ganar con la integración que con las prácticas proteccionistas», agregó Lula.

El comercio estuvo en el centro de la visita de Lula a Japón, ante la decisión de Trump de imponer aranceles a gran parte de las importaciones a Estados Unidos.

«No podemos volver a depender del proteccionismo. No queremos una segunda Guerra Fría, queremos libre comercio para que podamos definitivamente hacer que en nuestros países se establezca la democracia, el crecimiento económico y la distribución de riqueza», expresó Lula.

Lula sostuvo que Brasil y Japón enfrenan el desafío de recuperar su comercio bilateral, que cayó de 17.000 millones de dólares en 2011 a 11.000 millones en 2024.

Tras destacar la solidez económica de su país, Lula invitó «a los japoneses a invertir en Brasil, porque Brasil es un puerto seguro».

Por su parte, Ishiba aseguró que «me lo tomo muy seriamente y, junto con el presidente, presionaré firmemente para que el comercio y las inversiones bilaterales sean más fluidos».

Ishiba destacó que «círculos empresariales de ambos países nos acaban de pedir que alcancemos pronto un AAE Japón-Mercosur», una referencia a un Acuerdo de Asociación Económica, más amplio que un tratado de libre comercio.

Un documento de la Federación Empresarial Japonesa Keidanren destaca que Japón y Mercosur tienen una «relación mutuamente complementaria y son socios económicos estratégicamente vitales», y urge la adopción del AAE para profundizar su relación.

Durante la visita se firmaron 10 acuerdos de cooperación bilateral y más de 80 instrumentos entre empresas, bancos y universidades firmados entre los dos países.

Entre ellos, se confirmó la venta de hasta 100 aviones E-190 de la brasileña Embraer a la aerolínea japonesa ANA.

Asimismo, los dos países acordaron cooperar en la producción de biocombustibles, un campo en el cual Brasil es pionero, para ayudar a Japón a aumentar el porcentaje de etanol en sus combustibles a hasta 10% para 2030 y hasta 20% para 2040, de acuerdo con su plan estratégico de energía.

«La descarbonización no es una opción, es una necesidad y crea oportunidades», declaró Lula, quien llegó a Japón con una delegación de ministros, legisladores, empresarios y sindicalistas.

El tema ambiental figuró también en las discusiones en Tokio, ante la cercanía de la conferencia climática COP30 que se celebrará en noviembre en la ciudad amazónica brasileña de Belem.

«Vamos a realizar la COP más importante de las COP realizadas. Con mucha responsabilidad, con mucha serenidad, menos ufana y con más debate serio sobre el control del calentamiento del planeta tierra, que sabemos no puede superar 1,5 grados» sobre los niveles preindustriales, indicó el líder brasileño.

Al respecto, Ishiba señaló que «Brasil, que preside la COP30 de este año es un socio confiable en la lucha contra el cambio climático. Los excelentes biocombustibles brasileños y la movilidad de alto rendimiento japonesa son una combinación clave para la neutralidad de carbono».

Sin citar a Trump, Lula criticó a los dirigentes que ponen en entredicho los compromisos climáticos mundiales como el Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París.

Cuestionó también la falta de acatamiento del Acuerdo de Copenhague de 2009, «porque los países ricos se comprometieron a brindar hasta 100.000 millones de dólares por año para mantener los bosques en pie, y no se ha cumplido».

No obstante, Lula aseguró que «vamos a eliminar la deforestación en la Amazonía hasta 2030 y reforzar el combate de todos los tipos de ilícitos trasnacionales» en esa zona.

El presidente brasileño continuará su gira a Asia en Vietnam atendiendo una invitación de su homólogo Luong Cuong con el fin de fortalecer la asociación bilateral, tanto a nivel comercial como diplomático.

Según la oficina presidencial de Planalto, la visita tendrá como objetivo definir acciones e iniciativas conjuntas para implementar la llamada Asociación Estratégica entre los dos países, anunciada el 17 de noviembre de 2024, al margen de la Cumbre del G20, en Río de Janeiro.

En 2024, Brasil y Vietnam registraron un volumen de comercio de US$ 7.700 millones, con un superávit brasileño de US$ 415 millones. En 2002, durante la última visita de Lula al país, el comercio entre ambas naciones era de apenas US$ 500 millones.

T: Agencias/Agência Brasil

Presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva inicia visita a Japón

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