La policía rechazó declaraciones de que sus efectivos abrieron fuego contra manifestantes desarmados, principalmente en la ciudad de Lagos, escenario que concentró las más significativas demostraciones callejeras y donde ocurrieron los enfrentamientos del 20 de octubre que causaron muertos y heridos.
Informes anteriores sobre las pérdidas indicaron que al menos de 17 comisarías de policía atacaron e incendiaron delincuentes que secuestraron las protestas pacíficas contra la brutalidad de la fuerza pública
Por su parte, el jueves, el mando militar admitió la presencia de soldados en la zona de Lekki, en la ciudad de Lagos, en la fecha en que perecieron baleados varios manifestantes contra la brutalidad policial, pero afirmó que: ‘En ningún momento los soldados del Ejército de Nigeria abrieron fuego contra ningún civil’.
