
Nuevos detalles sobre el presunto ataque militar ordenado por el presidente Donald Trump contra un bote frente a las costas venezolanas, revelan inconsistencias en la justificación oficial, según legisladores y expertos legales.
La Casa Blanca ha justificado el ataque militar, pero varios senadores, demócratas y algunos republicanos, se han mostrado insatisfechos con los argumentos del gobierno y cuestionaron la legalidad de las acciones.
En una carta dirigida a la Casa Blanca, el senador Tim Kaine y más de una veintena de senadores demócratas señalaron que el gobierno federal no ha proporcionado “ninguna justificación legal legítima” para llevar a cabo el ataque.
Los senadores exigen más información por parte del gobierno en lo referente a la situación y el uso del poder militar de Estados Unidos. Los senadores demócratas han argumentado que el Congreso no ha autorizado el uso de la fuerza militar para este propósito.
“Afirmamos que el Congreso no hizo una declaración de guerra ni autorizó el uso de la fuerza militar para futuras operaciones similares”, escribieron los senadores demócratas en la carta al presidente.
Esta semana, en un discurso en el pleno, el senador Jack Reed, el demócrata de mayor rango en la Comisión de Servicios Armados del Senado, aseguró que “nuestras fuerzas armadas no son agencias de aplicación de la ley”.
“No están facultadas para cazar a presuntos criminales y matarlos sin que haya un juicio”, expresó Reed.
Reed dijo en su discurso que el gobierno no ha presentado “prueba alguna de que esta embarcación estuviera involucrada en un ataque, o incluso que estuviera involucrada en el tráfico de drogas en ese momento”. También destacó que la Casa Blanca no ha proporcionado “ninguna identificación positiva de que el barco fuera venezolano, ni que su tripulación fueran miembros del Tren de Aragua o de cualquier otro cártel”.
Durante una sesión informativa a puerta cerrada en el Capitolio, funcionarios de seguridad nacional revelaron que el ataque se produjo después de que la embarcación había dado vuelta y se dirigía de regreso a la costa, desatando nuevas preguntas por parte de los miembros del Congreso, reveló AP.
El video de 29 segundos publicado por Trump omite el giro del barco tras avistar aeronaves y los ataques repetidos tras su desactivación.
En este sentido, el contralmirante Donald J. Guter, fiscal general retirado de la Armada entre 2000 y 2002, se preguntó: “Si alguien se retira, ¿Dónde está entonces la ‘amenaza inminente’?”. Con él coincide el contralmirante James E. McPherson, fiscal general de la Armada entre 2004 y 2006, quien posteriormente sirvió en la primera administración Trump en varios cargos civiles militares destacados.
“Si, de hecho, se puede construir un argumento legal que demuestre que estas personas se preparaban para atacar a Estados Unidos mediante la introducción de cocaína o cualquier otra cosa, si regresan, entonces esa amenaza ha desaparecido”, dijo.
Una pregunta sin respuesta es hacia dónde se dirigía el barco. El senador republicano Rand Paul ha dicho que era poco probable que la lancha se dirigiera a las costas de Estados Unidos, debido a que sería un viaje muy largo para una embarcación de este tipo.
Paul, un republicano con inclinaciones libertarias y un largo historial de desafiar el abuso de Poder Ejecutivo particularmente en asuntos de seguridad nacional, ha argumentado que Estados Unidos simplemente no puede matar a personas sospechosas de irregularidades sin el debido proceso.
Por su parte, el senador demócrata por Connecticut, Chris Murphy, publicó un video en redes sociales cuestionando la autoridad legal de Trump para ejecutar la acción sin autorización del Congreso.
“Su razón declarada para realizar los ataques, para intentar detener el flujo de drogas hacia Estados Unidos, carece de sentido como eje central de una estrategia antinarcóticos”, declaró Murphy.
También criticó que mientras Trump ordena acciones belicistas en el Caribe, “está recortando y desmantelando los programas que utilizamos para interrumpir el tráfico de drogas“.
El más reciente pronunciamiento fue del exdiplomático James Story, quien cuestionó la versión oficial sobre la lancha atacada en aguas del Caribe, con la que pretenden vincular a Venezuela.
Story explicó que la cantidad de tripulantes no coincide con los patrones habituales del narcotráfico. “Lo que me preocupa son, por ejemplo, esta lancha, esa panga que fue atacada con 11 personas. Primero, lanchas con drogas nunca llevan tantas personas. Normalmente llegan cuatro, cinco, seis, máximo, máximo, normalmente son tres o cuatro”, dijo.
Además, agregó que no existen datos claros sobre la procedencia ni el destino de la embarcación, lo que incrementa las dudas sobre la versión de la Casa Blanca. “Yo quisiera tener más información sobre de dónde salió, hacia dónde iba a llegar, con qué estaba ahí dentro, y no tenemos nada de información”, reconoció.
El ataque contra una lancha con 11 personas la semana pasada, fue presentado como operación antinarcóticos y habría sido ejecutado mediante un dron.
Trump anunció el ataque la semana pasada, afirmando que tuvo lugar en aguas internacionales y que había matado a 11 personas que, según él, transportaban drogas “con destino a Estados Unidos” y pertenecían a la banda venezolana Tren de Aragua.
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T: Telesur/Agencias/Mazo
				




