El expresidente de Perú, Alberto Fujimori, quien cumplía una condena de 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad, fue liberado este miércoles por orden del Tribunal Constitucional (TC) del país andino.
El exmandatario salió del penal de Barbadillo poco después de las 6:20 pm, hora local, en una silla de ruedas, con la cara cubierta por una mascarilla.
En la puerta lo esperaban sus hijos, Kenji y Keiko, así como su nuera Erika. De inmediato abordó una camioneta, en interés de abandonar rápidamente el sitio, rumbo a la residencia familiar ubicada en el distrito de San Borja, en la provincia de Lima.
Kenji declaró ante la prensa que su padre estaba «injustamente privado de su libertad» y transmitió «una profunda gratitud» hacia el exmandatario peruano Pedro Pablo Kuczynski, quien «tuvo la sensibilidad y empatía» para otorgarle un indulto humanitario.
«Su salud es frágil, y para nosotros, la familia, lo más importante en este momento es cuidarlo, es hacer que poco a poco se recupere, y sin duda sabemos que para él su mejor terapia es el amor de su familia, pero sobre todo de sus nietos», dijo a su vez Keiko.
La hija del expresidente afirmó que las autoridades que facilitaron la liberación de su padre enfrentaron «todo tipo de presiones, de insultos, y finalmente la justicia y la humanidad hoy se impuso».
«En nuestro corazón no cabe ni el odio ni rencor, solo gratitud por todo lo vivido y por todo lo que estamos sintiendo en este momento», agregó.
El martes, el Tribunal Constitucional dispuso la libertad inmediata de Alberto Fujimori, en consideración a su avanzada edad y precario estado de salud. Y en respuesta, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) procedió con su ejecución.
La decisión ha levantado una ola de críticas, ya que echa por tierra la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que en 2022 exhortó a Lima a mantenerlo en prisión, para garantizar el cumplimiento del derecho de acceso a la justicia de las víctimas de las masacres de Barrios Altos y La Cantuta, que figuraron como causas principales de su sentencia por delitos de lesa humanidad.
Durante su gestión al frente del Gobierno peruano desde 1990 hasta el 2000, Fujimori fue el autor de 25 asesinatos que ejecutó el grupo Colina, una asociación militar clandestina que respondía a sus órdenes.
En Barrios Altos fueron masacradas 15 personas, entre ellas un menor de ocho años; mientras que nueve estudiantes y un profesor fueron asesinados por el mismo grupo en la Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle, conocida como La Cantuta.
Mientras, el Ministerio Público de Perú solicitó un mandatode detención domiciliaria contra el expresidente Alberto Fujimori por un plazo de 18 meses, en atención a un delito «contra la vida» en el marco de la causa Pativilca, que juzga una matanza de seis personas perpetrada en 1992.
La solicitud fue presentada este miércoles por la Segunda Fiscalía Superior Penal Especializada en Derechos Humanos e Interculturalidad, que concurrió ante la Corte Superior Nacional de Justicia Especializada.
En su alegato, la Fiscalía señaló que el exmandatario tiene un proceso penal en su contra por la comisión de delitos contra la vida, el cuerpo y la salud, y por homicidio calificado en la modalidad de asesinato con alevosía, todo en un contexto de «lesa humanidad».
T: RT Actualidad/Telesur/LRDS